Trece segundos de gloria

Dembélé marcó un golazo ante el Tottenham

Dembélé marcó un golazo ante el Tottenham / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Fueron 13 segundos de locura. Una cabalgata frenética de 87 metros, con 7 toques de balón incluidos, que acabó en un gol estratosférico. Un gol de aquellos que pasan a la historia y que pueden marcar la carrera de un futbolista. Como le sucedió a Ronaldo (el Fenómeno brasileño) con aquel recordado tanto en Compostela. Salvando las distancias, lo que hizo Dembélé ante el Tottenham en la Champions ha servido para refrendar algo que ya sabíamos todos: que el delantero francés es un genio. Un genio despistado. Sí. Pero un genio. Y, como tal, hay que tratarlo. Y disfrutarlo... La gran sonrisa de Messi, que estaba sentado en el banquillo, tras el gol de Dembélé define, perfectamente, lo que sus compañeros piensan de él: es un loco maravilloso. Le han reñido, le han abroncado y le han perdonado.

Todo con pocos días de diferencia. Porque le tratan como lo que es: un niño atolondrado, incapaz de llegar a la hora a los entrenamientos pero capaz de hacer maravillas con un balón en los pies. Ellos, más que nadie, conocen el valor que tiene Dembélé como futbolista. Ellos, más que nadie, pueden conducirle por la senda de la profesionalidad. Ellos, más que nadie, están dispuestos a hacerlo. Por su bien. Y por el bien del equipo. Que es lo más importante...