MI PARTIDO

Tras la derrota, se avecina un terremoto

Josep Maria Casanovas

SE ACABO. El Barça se lo jugaba a la Copa o a la nada y salió el  2-1 en la ruleta. Lo perdió todo. Impotentes y desconocidos ante el Atlético, el Granada y el Madrid, en una semana lo ha perdido todo. El final más lamentable para el mejor equipo de la historia. Tres derrotas que obligan a hacer un punto y aparte, a renovar totalmente la plantilla. Ayer, el Tata cavó definitivamente su tumba poniendo a Neymar en la derecha, sacando otra vez a Cesc en detrimento de un extremo y siendo incapaz de recomponer una defensa mermada por las lesiones. De esta forma, el Barça tiró la primera parte de una forma miserable y aunque en la segunda mejoró, no bastó para equilibrar la superioridad madridista. Bartra, a la salida de un córner, nos puso la miel en los labios, pero la reacción no tuvo continuidad y a cinco minutos del final Bale dio la estocada al mejor equipo de la historia. Por cierto, que con ese gol, el galés ha justificado los cien millones que se pagaron por él, fue todo un regalo para Florentino. Todo lo contrario que Neymar, que no se puede decir que haya tenido una buena temporada, acorde con las expectativas que había levantado. Y lo peor es la sensación de que se perdió ante un Madrid que tampoco demostró nada del otro mundo.

MESSI, DESAPARECIDO. Decíamos antes del partido que era la Copa de Messi y a la hora de la verdad, Leo no reaccionó. Hay que decir las cosas como son; tuvo una actuación lamentable, sin coraje, sin energía, sin ilusión. Jugó andando y entró muy poco en juego. Es el tercer partido consecutivo que desaparece y ¡oh casualidad!, el Barça ha perdido los tres, lo que indica la dimensión de la tragedia. Sin Messi, el equipo no funciona. Y la prueba es que en estos tres partidos solo ha marcado un gol y encima ha tenido que ser un defensa a la salida de un córner. El fiel reflejo de la impotencia.

VIENEN CURVAS. Veníamos avisándolo desde hace tiempo, esto es el fin de ciclo. El Barça ha llegado a este final de temporada con la lengua fuera y físicamente bajo. Las rotaciones no han servido para nada porque ayer vimos a muchos jugadores con plomo en las piernas. A partir de aquí, ahora puede pasar de todo. No hay que descartar que la oposición, bien sea dando la cara o con socios de tapadillo, presente una moción de censura que puede mover la silla a Bartomeu. El presidente ha de renovar el equipo, con permiso de la FIFA, cambiar el entrenador, pues el Tata ya tiene las maletas preparadas, y si confía en Zubizarreta, peor para él. Todo eso puede traer un terremoto con posibles elecciones anticipadas incluidas.