Títulos para Bartomeu

Frenkie de Jong tiene un alto conocimiento del FC Barcelona y su estilo de juego

Frenkie de Jong tiene un alto conocimiento del FC Barcelona y su estilo de juego / DAVID RAMÍREZ

Xavi Torres

Xavi Torres

Como quien les escribe jamás ha podido debatir sobre números no es objeto de esta tribuna cuestionar los últimos movimientos económicos del Barcelona. Defensor de que el dinero del Club esté en el campo y no en el banco -aunque, por supuesto, en operaciones que no acaben avergonzando hasta al sujeto más descarado-, seguro que el lector encontrará la luz que necesita sobre este controvertido terreno leyendo la opinión de cualquier otro compañero.

Josep Maria Bartomeu, presidente del Barça, le quedan dos años de mandato y parece decidido a culminar su obra dejando en el Museu algunas Champions más de las que tiene el club y que, últimamente, tanto se le han negado. Desde que fue elegido presidente en julio de 2015 solo ha podido levantar la Copa de Europa de hoquey patines, en 2018. Dominador de las ligas de balonmano y hoquey (4 de 4) y de fútbol (3 de 4), pero no de fútbol sala (1 de 4) y baloncesto (ninguna), el presidente entiende que hay que cambiar algunas dinámicas para dominar la competición doméstica pero, sobre todo, para recuperar el prestigio europeo del Barcelona, bajo cero en estos momentos. Bartomeu, amo y señor del club al estilo florentiniano, presidente y a la vez vicepresidente de cuatro áreas, ha decidido pasar por encima de sus responsables ejecutivos y fichar como si no hubiera un mañana. En baloncesto, balonmano, fútbol sala y hoquey patines, plantillones incomparables. Ganar o ganar. O catástrofe.

En el fútbol ha fichado a dos destacados jugadores, Frenkie de Jong Antoine Griezmann, ambos con capacidad para ser titulares. A la plantilla, sin embargo, le faltan algunas piezas y, por tanto, habrá más llegadas. ¿Neymar? Observando la plantilla de Ernesto Valverde es evidente que el delantero brasileño no hace falta pero no hay nadie dentro del club que niegue categóricamente la llegada del futbolista del PSG. Ni técnicos ni directivos. “De estos temas se ocupa el presidente”. Si primara el sentido común, Ney no volvería al Barça. Deportivamente, su posición está cubierta y, más allá del terreno de juego, demasiado ruido: juicios pendientes, algunos con el propio Barça; otros, extramadamente desagradables. Y ahora también, Hacienda. Pero como Neymar es muy bueno, sin duda mejor que lo que trajeron para sustituirle aquellos a quien ahora Bartomeu no escucha, quien sabe si acabará ejecutándose la ambición cortoplacista del presidente. Seguramente, habrá quien piense que lo que el Barcelona necesitaba era su decidida implicación -como en el caso De Jong- para fichar al central del Ajax, Matthijs de Ligt, una vital opción de futuro no considerada prioritaria para los títulos que quiere levantar Bartomeu antes de irse.

CINCO DELANTEROS

El Barça de las Cinco Copas ganó los tres campeonatos en los que participó la temporada 1951-52 -Liga, Copa y Copa Latina- y, como consecuencia, se llevó a casa los dos trofeos que venían asociados a su éxito, la Copa Eva Duarte -la Supercopa de la época- y el Trofeo Martini & Rossi, para el equipo máximo goleador de la Liga. Sus 92 goles en 30 partidos maravillaron. Hasta Joan Manuel Serrat, en su canción ‘Temps era temps’, recordó a los cinco futbolistas de ataque que llevaron al Barça a la gloria: BasoraCésarKubalaMoreno (aunque Vila era más titular) y Manchón.

Valverde debe estar mirando vídeos del equipo de Fernando Daucik, el entrenador de aquel súper-equipo. Hoy, el Txingurri podría optar por algo parecido a aquello, con una delantera formada por DembéléMessiLuis SuárezCoutinho y Griezmann (con Malcom, por si acaso, en el banco, y Neymar, al acecho, por si Bartomeu se acaba animando). Espectacular puesta en escena para partidos de homenaje. Para los de verdad, ni en sueños. Ni siquiera en los de SerratTer Stegen, la defensa al completo y Sergio Busquets, con solo ver esta supuesta alineación en la pizarra, entrarían en estado de shock. El fútbol de hoy no se entiende sin presión y para realizarla con eficacia hace falta actitud defensiva. Así que, sintiéndolo mucho (por los aficionados más veteranos y, también, los más románticos), o hay salidas o habrá lío.