LA OPINIÓN

A Tito le toca hacer el trabajo sucio que no quiso hacer Pep

Joan Vehils

Fin de etapa. Guardiola decidió libremente dejar el Barça para tomarse un año sabático. Según sus propias palabras se había quedado vacío y necesitaba recuperar fuerzas para poder entrenar con ilusión. No obstante, Pep estaba tan agotado como alguno de sus jugadores. De continuar, hubiera tenido que dar la baja a más de uno y eso suponía un desgaste añadido que ya no quiso afrontar. Tito, tan conocedor del vestuario como el propio Guardiola, ha sabido sacar lo mejor de cada uno y ha alargado un año el ciclo de algunos futbolistas que ya tenían la fecha de caducidad superada. Es cierto que había poco por exprimir pero son tan buenos que decidieron la Liga en cuatro meses y luego han vivido de rentas y de la dejadez del Madrid. Ahora, a Tito, no le queda más remedio que realizar el trabajo sucio que no quiso hacer Pep. Deberá señalar a los que no van a seguir y tendrá que sentarse con Messi y pactar. No le queda otra salida. De lo contrario, como dijo Pep: "Pendrem mal" ("nos haremos daño").

Reflexión interna. Los jugadores deberían reflexionar sobre su propio comportamiento. Valdés debe pensar si hizo bien en anunciar que no renovaría antes de que Tito se fuera a Nueva York, Puyol si se operó en el momento adecuado, Villa si está como antes de la lesión, Alexis si está mentalmente preparado para seguir... Y así, uno por uno. Este año algunos han pensado más en ellos mismos que en el equipo y eso también ha contribuido al desbarajuste final.

El silencio de Laporta. El presidente Laporta tuvo mucha presencia mediática durante la primera mitad de la Liga. Luego, anunció una rueda de prensa tras la sentencia favorable sobre la Due Diligence. Sin embargo, decidió suspenderla por el delicado momento del equipo. Ahora, su silencio beneficia al club.