Sin tensión no se puede competir

Todo lo que te has perdido del Valladolid - Barça

Todo lo que te has perdido del Valladolid - Barça / VALENTÍ ENRICH

Pichi Alonso

Pichi Alonso

El Barça regaló la primera media hora de partido. Y así le fue, cuando quiso darse cuenta que estaba en medio del partido ya iba perdiendo 2-0 en el marcador. Está claro que cuando se salta al campo sin tensión competitiva, sin tener un objetivo claro, la concentración y la atención en momentos puntuales pasa a mejor vida. Así se entiende el error de Christensen en el gol, como el de Koundé ante la Real Sociedad, o la salida fuera de lugar de Ter Stegen en la acción del segundo.

Lo sucedido sobre el campo fue de lo más elocuente: un Barça sin presión alta, o descoordinada en momentos puntuales, era presa fácil para un Valladolid que recurría a Larin entre líneas o a pases largos para cazar una y otra vez a la zaga culé. Y un detalle a título individual. A Gavi, además de tesón, hay que empezar a exigirle mayor presencia en las acciones de ataque.

De mal en peor

Lo vivido en la segunda parte fue poco más o menos lo sucedido en los pésimos 45 minutos iniciales. Es cierto que Xavi reajustó el sistema para cerrar con tres defensas, cayendo Eric por banda derecha, pero el resultado fue el mismo: errores constantes en la zaga azulgrana y todo tipo de facilidades para Larin para romper una y otra vez al Barça. Cualquier desplazamiento en largo mínimamente orientado ocasionaba el caos.

De hecho, para ser justos, en esta segunda partidos el Barça incluso tuvo menos ocasiones de gol que en el primer tiempo. Los cambios de Xavi no surtieron ningún tipo de efecto. Nada de revulsivo ante un rival muy motivado.

Mención aparte está, como casi siempre, Robert Lewandowski. El polaco evidenció que sigue enchufado a la competición y con su gol dejó claro que no está dispuesto a asumir riesgos a la hora de pelear el trofeo Pichichi.

Visto lo visto, que acabe la Liga cuanto antes porque el Barça corre el riesgo de empañar un título espectacular.