El sentido común en el fichaje del delantero

Abidal, al frente del área deportiva

Abidal, al frente del área deportiva / sport

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Atendiendo a informaciones divulgadas ayer por webs europeas, el Barça hizo, supuestamente, ofertas por más de 15 delanteros. Hubo para todo. Desde traspasos multimillonarios, hasta cesiones incongruentes. Un cúmulo de información que solo ha contribuido a dibujar una sensación de descontrol que no refleja lo que sucede puertas adentro. 

Desde el área deportiva son conscientes que muchos agentes están aprovechando el tirón del Barça para hacerse publicidad gratuita, aunque la línea de trabajo siempre ha sido clara. A Setién se le dejó unos días de margen para que decidiera si necesitaba un goleador por la lesión de Suárez y el cántabro lo pidió si fuese posible. 

Y el Barça, únicamente, trabajó con dos nombres y una premisa clara: solo se ficharía en calidad de cedido, la operación debía ser económicamente sostenible y el futbolista elegido debía tener calidad contrastada. La negociación se focalizó en Rodrigo que, guste o no, es el delantero titular de la selección española, pero las limitaciones económicas evitaron un acuerdo. Y, ahora, hay una única vía abierta. Complicada como Rodrigo, pero contrastada.

Saldrá o no el fichaje del delantero, pero de lo que no cabe duda es que ha imperado e imperará el sentido común. Afrontar el último tramo de la temporada sin un recambio de Suárez, uno de los grandes puntales del equipo, puede ser una temeridad. Y más cuando no hay jugadores de su perfil en la plantilla. Pero mucha más temeridad es gastarse lo que el club no tiene en un mercado tan complicado como el de enero. El Barça está tomando decisiones y se ha vuelto proactivo en el mercado. Puede contrariar a muchos, pero el objetivo es maximizar los beneficios para dotar de recursos al primer equipo. Antes se criticaba la parálisis y, ahora, lo contrario. Las notas, a final de curso.