De la revolución a la máxima exigencia

Xavi Hernández durante el partido frente al Real Valladolid

Xavi Hernández durante el partido frente al Real Valladolid / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El nivel de exigencia del Barça vuelve a ser el de un club de élite. Después de demasiados años de desidia y fracasos, Laporta y Xavi han impuesto un giro radical en la forma de gobernar el club y el vestuario. El presidente ha aceptado realizar un gran esfuerzo económico (poniendo en riesgo, incluso, su propio patrimonio) para construir la mejor plantilla posible. Y ahora le toca al entrenador sacarle el máximo rendimiento al equipo. El técnico, consciente del reto, aplica a rajatabla la meritocracia: juegan los mejores. Se han acabado, afortunadamente, aquellos tiempos en los que por llamarte Alba o Piqué tenías la titularidad asegurada. Porque Xavi ha terminado con la dictadura de las ‘vacas sagradas’. Ver a los capitanes sentados en el banquillo es sinónimo de revolución. Una revolución anunciada desde hace mucho tiempo pero jamás ejecutada. Los grandes fichajes (Lewandowski, Koundé y Raphinha son induscutibles) han empujado a que el cambio fuera posible, pero la clave ha sido la decidida apuesta del entrenador blaugrana. 

Piqué ya sabía desde el mes de mayo que Xavi no contaba con él. A pesar de eso, insistió en quedarse. Y ahora es el quinto central. No ha jugado ni un minuto en los tres partidos de Liga. Alba empezó como titular ante el Rayo, pero su bajo rendimiento sirvió para que el técnico apostara por el joven Balde. El veterano lateral derecho solo jugó 18 minutos ante la Real Sociedad y ni saltó al campo contra el Valladolid. Sergi Roberto no es el lateral derecho titular (pese al ostracismo de Dest) y Xavi prefiere reconvertir a Araujo o Koundé para cubrir esta posición hasta la llegada del fichaje que falta. Sergi Roberto, recién renovado a la baja por una temporada, ha jugado 30 minutos ante el Rayo, 5 en Anoeta y 29 frente al Valladolid. Solo se salva Sergio Busquets, porque sigue siendo insustituible. Titular ante el Rayo y el Valladolid, únicamente se perdió el partido contra la Real Sociedad por sanción.

Laporta le ha dado a Xavi casi todo lo que le había pedido y por eso le exigirá al máximo. Y Xavi, a su vez, exigirá el máximo a los jugadores que quieran ser titulares. Porque tanto el presidente como el entrenador tienen el mismo objetivo: ganar títulos. El nuevo Barça que está naciendo promete mucho, muchísimo, pero esto no ha hecho más que empezar. Como decía el propio Xavi tras la goleada al Valladolid, es pronto para disparar la euforia. Aunque la tentación, sin duda, es muy grande...