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¿Dónde está el 'respect' de la FIFA?
LA DETENCIÓN de siete dirigentes de la FIFA en Suiza, acusados de fraude, chantaje y lavado de dinero por parte de la justicia de Estados Unidos, además de otros imputados, entre los que está Nicolás Leoz, ex presidente de la CONMEBOL, es un durísimo golpe a la credibilidad y honorabilidad de un organismo deportivo internacional que en los últimos tiempos va de escándalo en escándalo. Hace dos años, el entonces presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol, Ricardo Teixeira, y su suegro Joao Havelange, llegaron a un pacto con la justicia suiza para no ir a juicio. Devolvieron millones de euros que habían cobrado ilegalmente de ISL, empresa que ostentaba los derechos televisivos de los Mundiales que organiza FIFA. Una empresa andorrana participada por Sandro Rosell ayudó al corrupto Teixeira a devolver ese dinero que le sirvió para no afrontar un proceso penal, pero no a que todo el mundo supiera que ha sido una vergüenza para el fútbol brasileño y mundial.
Ahora, se acusa a otros dirigentes de FIFA de recibir dinero (¡hasta 150 millones de euros!) de las candidaturas de Rusia y Qatar. Este es el ‘juego limpio’ que predica la FIFA. El ‘respect’ que pide a los demás pero que no se aplica a sí mismo. Una caterva de vividores que se creen impunes porque dentro de la FIFA todos miran hacia otro lado. ¿De verdad Blatter puede seguir siendo presidente? La FIFA necesita regenerarse y evacuar toda la porquería que retiene en su intestino grueso. Hay que ser implacables.
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