Un reset en Islandia: buscando la pureza del fútbol y la profesión

En el libro 'El faro de Dalatangi' coexisten con naturalidad la trama vinculada al fútbol y el mundo interior de dos periodistas en crisis

Islandia, en la Eurocopa 2016

Islandia, en la Eurocopa 2016 / EFE

Dídac Peyret

Dídac Peyret

Islandia da para thriller escandinavo protagonizado por gente aparentemente normal que vive en un pueblo remoto. Hace frío cuando hace calor, el viento no descansa, la gente habla bajito y la arquitectura parece tan austera como efímera.

Sus pueblos transmiten una sensación raruna con sus iglesias prefabricadas y casas recién montadas. No recuerdo plazas ni terrazas. No recuerdo abuelas sentadas en los bancos. Ni siquiera los niños se atreven a romper un silencio que lo inunda todo. Pero esa misma quietud se disfruta en pequeños cafés que te acogen con discreta familiaridad. 

Es normal fliparse con Islandia. Es difícil explicar la sensación de insignificancia que te invade frente a sus paisajes. Es normal pensar que es un buen destino para huir de algo o de uno mismo.

Islandia, naturaleza salvaje

Islandia, naturaleza salvaje / SPORT.es

Algo así le ocurrió a Axel Torres, que se dejó convencer por el joven periodista Víctor Cervantes para emprender una aventura por tierras islandesas.

Al primero le movía el deseo de soltar lastre (“escapar de mi vida, restañar heridas”) y recuperar la pureza del fútbol. “El que solo se puede ver en los campos, porque las televisiones no se pelean por los derechos. El que no genera largas polémicas en tertulias durante semanas. El que te permite compartir una cerveza con un jugador del equipo local”. Al segundo, sumergirse en las raíces de Gudjohnsen, una rareza en el Barça de Ronaldinho.

Así se presenta ‘El faro de Dalatangi’ (Contra), un libro que tiene mucho de road trip circular a través de la carretera que da la vuelta a Islandia y los pensamientos de Axel, que entre glaciares y estadios remotos de fútbol, fantasea, una y otra vez, con la idea de instalarse en un rincón perdido de la isla y dejar atrás una profesión que ya no le apasiona igual.

El faro de Dalatangi

El faro de Dalatangi / Editorial Contra

En el libro coexisten con naturalidad, por un lado la parte confesional (el mundo interior de dos periodistas en crisis), y por otra, la trama más vinculada al fútbol: la búsqueda de Gudjohnsen, que incluye encuentros con el padre del delantero y con Heimir Hallgrímsson, un dentista de las Islas Vestman que se convertirá en el segundo entrenador de la selección. 

La figura de Heimir, que define a sus compatriotas como “los más fuertes de entre los más fuertes”, funciona muy bien para conocer el talante de los islandeses y su forma de entender el fútbol. Pero son los pasajes en el faro de Dalatangi, el más antiguo de la isla, donde encontramos el mayor poso literario.

La descripción del encuentro con la mujer del faro resume la admiración con la que miramos a veces lo que nos resulta desconocido. 

“Me fascinó su forma de coger la taza de café y sostenerla mientras hablábamos, con una combinación de ligereza y firmeza a la vez que constituía toda una declaración de intenciones de su actitud ante la vida [...] Ella no temía a nada. Ni se maravillaba a sí misma por no temer a nada”.

Esa mujer que acoge huéspedes a temporadas avisa que, cuando llega el invierno, muchos “acaban echando de menos aquello de lo que deseaban huir”. Pero Axel encuentra en ella algo de inspiración. 

“Querer ser la mujer de Daltangi significaba también contentarse con la satisfacción que produce cada pequeña labor bien hecha en el trabajo de campo. Renunciando a cualquier aspiración de trascendencia. La necesidad de recuperar la esencia del placer de la virtud por la virtud más que por su posterior repercusión. En Dalatangi no había público”. 

Niurka, una vida en el aire (Movistar+)

Niurka Montalvo dejó su sello en la historia del atletismo español con una medalla de oro en el salto de longitud femenino del Mundial de atletismo que se disputa en Sevilla. Montalvo, con 7,03 metros, se impuso a Fiona May (plata) y Marion Jones (bronce). Para el imaginario colectivo quedó un salto asombroso y una medalla para el recuerdo.

Pero este reportaje de la serie Los Otros, ‘Niurka, una vida en el aire’ va más allá de la gran foto de su carrera. Resulta interesante conocer, años después, como May sigue defendiendo que el salto debió ser considerado nulo o como Niurka se convirtió en asunto de estado para Cuba tras ganar la medalla con España.