Una reacción que huele a título

Mirotic, decisivo ante el Madrid

Mirotic, decisivo ante el Madrid / Javi Ferrándiz

Nacho Solozabal

Nacho Solozabal

Increíble. Un partido que parecía encarrilado en el último periodo se descontroló, y el infierno se apoderó de los blaugranas. La derrota se mascaba y, por convicción y carácter, el Barça se rehízo y derrotó con todo merecimiento al Madrid. Todo esto ocurrió en los siete últimos minutos del partido.

Con un 72-67 a 7’30 para el final y todo de cara, el Barça se obnubiló. No anotó en los siguientes 5’, y el Madrid le endosó un 0-10. En este “eterno” espacio de tiempo, el Barça regaló el 50% de todas las pérdidas que sumó en el partido, los blancos lo aprovecharon y la debacle se palpaba en el Blaugrana.

Pero el público siguió animando, y a falta de 2’40, con un 72-78, Jokubaitis anota dos tiros libres, Mirotic clava un triple, y Laprovittola finaliza un contraataque. No obstante, el Madrid no se arruga. Llull enciende las alarmas con un triple, pero Sanli, hasta entonces desaparecido, lo iguala.

Una locura, ya que el escenario reflejaba un 82-83 y tiros libres para Tavares. Los nervios le pasan factura y falla los dos. No así Mirotic, ni tampoco Llull, y mucho menos Laprovittola. Un 86-85 a falta de 6’’, y Llull que no es capaz de anotar el tiro definitivo.

Una reacción prodigiosa de los hombres de Jasikevicius que, en general, dominaron al rival y jugaron mucho mejor. Ahora, con un 2-0 hay que rematar el título en Madrid.

Anular a Satoransky

Colapsar al base checo era un objetivo prioritario para el Madrid, ya que les había hecho mucho daño en el primer partido. Lo lograron, y el Barça notó su “ausencia”. También desactivaron a Kuric y Abrines. No así a Jokubaitis y Laprovitttola, que sumaron 4 triples entre los dos.

Además, la tripleta Kalinic-Mirotic-Vesely estuvo sublime. Entre los tres 53 puntos, con un Mirotic motivadísimo. La iniciativa siempre fue blaugrana y, cuando Tavares y Yabusele cometieron dos faltas rápidas, el Palau lo celebró. Pero aparecieron un inmenso Poirier y un infalible Hezonja, que hicieron volver a la realidad a los blaugranas.

Un partido, otra vez, muy físico, con una buena defensa blanca y alternativas en el marcador. Salida en tromba del Barça tras el descanso, con un excelente juego en el 5x5, aunque la aparición de Tavares y Sergio Rodríguez igualó las fuerzas.

Satoransky seguía perdido en el último cuarto, pero los blaugranas creían en sus fuerzas y se encaminaban hacia la victoria. Hasta que a falta de 7’30 todo cambió, y lo que había sido hasta entonces un partido de básquet se convirtió en una sucesión de sensaciones contradictorias que viraban desde el sufrimiento, la resignación, hasta llegar al éxtasis. Inolvidable.

Mirotic se ha transformado en este playoff

Si la cara es el reflejo del alma, Mirotic está motivadísimo. No deja de animar, trabajar, sufrir y asumir su liderazgo. Más allá de su futuro, él piensa en presente. Por tanto, hay que aprovechar y agradecer sus brillantes actuaciones.

El Madrid protesta en exceso

Todas las faltas que les pitan son protestadas. Siempre tienen un pero a la actuación arbitral si no les es favorable. De momento, no han sacado demasiado rédito a esta actitud, pero tampoco se ha penalizado.