Los putos asesinos

Pep Guardiola en el Signal Iduna Park

Pep Guardiola en el Signal Iduna Park / AFP

Carles Sans

Carles Sans

Seguramente habrán oído o visto las declaraciones de Pep Guardiola en TV3 sobre la Copa del Rey que conquistó en el 2012. Guardiola se refiere a los jugadores de aquellos días como unos “putos asesinos.”  Contundente la expresión que define la potente ambición de aquel equipo, que según Pep, les hacía vencedores antes de jugar.

Mucho ha llovido desde entonces. Guardiola se fue al Bayern de Munich y la gran mayoría de los jugadores de aquel equipo campeón se fueron marchando a otros equipos. Hoy de aquel grupo quedan Messi, Piqué y Busquets. Luego ya vino el Tata Martino y la ambición se transformaría en frustración. La temporada siguiente se marcharon Cesc Fábregas, Carles Puyol y Victor Valdés, casi nada. Comenzaba la disolución de una etapa gloriosa que nos había obsequiado el guardiolismo con 14 títulos  inolvidables.

Desde aquellos días han pasado muchos jugadores y unos cuantos entrenadores. Con el Tata tocamos fondo, pero a partir de entonces llegó Luis Enrique y con él se formó una delantera que ya quisiéramos ahora, y el tridente Neymar, Suárez y Messi nos dejó 122 goles y una Copa, una Liga y una Champions. Habíamos perdido jugadores pero recuperamos el espíritu asesino de Guardiola. Luis Enrique nos dejó 9 títulos antes de marcharse del club. En el 2017 llegaba Ernesto Valverde y al final de esta temporada se marcharía Andrés Iniesta, un asesino menos, dicho con cariño. A pesar de que el equipo ya no se imponía con la superioridad de otras épocas, se ganó la Liga y la Copa del Rey. Fue el año del inesperado adiós de Neymar y de la compra de Dembélé y Coutinho. Con este cambalache empezó todo. A partir de entonces el Barça ha hecho lo que ha podido pero nada que se parezca al de aquellos años de gloria.

Ahora ha llegado Laporta y con él las ganas de recuperar el instinto depredador de otras épocas. Veremos si será Koeman el destinado a conseguirlo o no. En cualquier caso, nos quedan dos oportunidades para que este año no sea como el del Tata, sin títulos. El futuro es joven y pasa por el instinto asesino de los Ansu Fati, Pedri, Ilaix y compañía. Por si acaso, hay que poner la vista en un futuro sin Messi, y ellos son la base. Veremos qué pasa.