En Blaugrana

Un problema de credibilidad

Ernesto Valverde seguirá como entrenador del Barça... de momento

Ernesto Valverde seguirá como entrenador del Barça... de momento / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El fútbol son emociones. E ilusiones. Y el barcelonismo había afrontado esta temporada con la enorme ilusión de reconquistar la Champions. Esa ‘copa linda’ que Messi se había marcado como principal objetivo en su primer discurso como capitán. Y de la ilusión se ha pasado a la decepción. Una decepción con amargo regusto a fracaso. Porque no llegar a la final del Wanda no es un fracaso, pero perder como se perdió en Anfield sí lo es.

Y por mucho que nos quieran vender que lo importante es la Liga y que un doblete (el noveno de la historia del club, por cierto) sería un tremendo éxito, la sensación de desengaño seguirá allí. Nada puede quitar a miles de culés la frustración del durísimo KO ante el Liverpool. Doblemente duro porque es una repetición del sufrido hace solo un año ante la Roma. Con los mismos errores. Con la misma percepción de fiasco absoluto...

Es verdad que hay una parte del barcelonismo dispuesta a aceptar el relato de la directiva de Bartomeu. Una nueva versión del “¡Al loro, que no estamos tan mal!” de Laporta. La teoría de que si se gana también la Copa este proyecto está legitimado para seguir es la concepción más conservadora de lo que debe ser el Barça. Ha pasado menos de una semana desde el desastre en la Champions y Valverde está, cada vez, más cerca de seguir. Y la revolución de la plantilla, más cerca de aparcarse. Sería un tremendo error caer en esta inacción.

Porque si el fútbol es ilusión, ¿cómo puede reilusionar Valverde a los culés de cara a la próxima temporada? Hay un problema de credibilidad interno (del entrenador hacia la plantilla) y externo (de Valverde hacia los aficionados). Y eso no lo arregla un nuevo discurso de Messi.