En blaugrana

Primero la salud... después el fútbol

El coronavirus condiciona a todo el deporte

El coronavirus condiciona a todo el deporte / JAVI FERRÁNDIZ

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Llevamos 20 días de confinamiento y las cifras de infectados y fallecidos por el coronavirus no paran de crecer. Nadie se atreve a aventurar cuándo terminará esta pesadilla. Ni siquiera se ve luz al final del túnel. Se hace difícil, por no decir imposible, pensar en un regreso a la normalidad, que los especialistas ya nos avisan que será progresivo. Nada volverá a ser lo que era de la noche a la mañana. Y, por supuesto, tampoco el fútbol.

Todos los organismos nacionales e internacionales (LaLiga, Federación Española, UEFA, FIFA...) están dibujando posibles escenarios para el retorno de las competiciones. Las proyecciones más optimistas se basan en poder jugar la Liga a partir de junio y la Champions ya en julio o agosto.

Pero resulta absolutamente imposible crear calendarios fiables en medio de esta terrible pandemia. Sobre todo después de comprobar lo que ha sucedido en China: han tenido que volver a frenar el campeonato local después de que un jugador diera positivo por coronavirus, lo que ha sembrado el pánico a nuevos rebrotes de la enfermedad. 

Hay mucho, muchísimo, dinero en juego en las Ligas y las competiciones europeas. Dinero que llega, básicamente, de los derechos televisivos. Pero antes del dinero está (o debería estar) la salud. La mayoría de los países del mundo se han paralizado y han paralizado sus economías para intentar frenar la pandemia.

La UEFA tardó demasiado en darse cuenta del peligro que suponía disputar partidos de Champions. Si los dirigentes del fútbol han aprendido algo de esta tragedia es que deben ser muy prudentes. El fútbol debe volver cuando la vida vuelva a ser normal. No antes.