La preocupación de Messi y Ter Stegen

Ter Stegen

Ter Stegen / JAVI FERRÁNDIZ

Xavi Torres

Xavi Torres

Como no ha habido clásico la última referencia futbolística azulgrana nos lleva a Praga. Tres puntos y mal juego. Nada nuevo. O sí, tal vez un elemento diferenciador al resto de los discretos partidos jugados por el equipo: los gestos y las palabras de los propios futbolistas.

Justo en el momento en que el colegiado escocés Bobby Madden silbó tres veces para cerrar el partido, Marc-André Ter Stegen se giró hacia su palo derecho para propinarle una tremenda patada de desahogo. En el centro del campo, casi cincuenta metros más allá, Leo Messi se quitaba el brazalete de capitán mientras se marchaba decepcionado hacia el vestuario.

Ter Stegen y Messi, sin mirarse, sin hablarlo, exhibieron su malestar ante lo que acababa de suceder sobre el césped del Eden Arena. Ter Stegen y Messi, los pilares del nuevo Barça que trata de dominar las áreas para llevarse los partidos, se fueron al vestuario preocupados. El portero, incluso, le dio voz a su asombro reclamando la reflexión del vestuario. El Barcelona es líder en Europa y quizás, si hubiera jugado el sábado ante el Madrid, también lo sería en la Liga doméstica. Entonces, ¿por qué Ter Stegen y Messi -centramos el debate en ellos a pesar de que nos consta el enfado de muchos otros compañeros- actuaron así?

Ganarlo todo

Vayamos unos meses atrás. En el último Observatorio Azulgrana, presentado en septiembre, el club explicó un cambio de tendencia en cuanto a los objetivos de sus aficionados. El portavoz Josep Vives informó que los aficionados preferían “ganarlo todo” a “practicar un mejor fútbol”. Curioso. ¡Como si los que quieren ver buen fútbol no quisieran ganarlo todo! La historia acostumbra a no engañar.

El Barcelona jamás ha ganado sin ser superior a su contrincante. Fiel y orgulloso con su elección, el Barça ha levantado cinco copas de Europa siendo, a la vez, admirado por el mundo del fútbol. Ganó y marcó tendencia, circunstancia ésta de la que no todos los clubes pueden presumir. ¿Y qué?, dirán algunos. De lo que se trata es de ganar, solo ganar. De acuerdo. Pues vayamos a los equipos azulgrana que eligieron el otro camino. ¿Los recuerdan? ¿Cuántos títulos levantaron? ¿Cuántos partidos míticos le vienen a la memoria? ¿De qué les sirvió la épica del guerrero?

Ter Stegen y Messi, tal vez, lo tengan un poco más claro. Ellos, seguramente, echarán de menos ciertos comportamientos que garantizaban el éxito en el desarrollo de un método que exige mucho pero que, también, da grandes alegrías. Su dificultad genera satisfacción. Sobre todo, para los futbolistas. Por eso, como avanzó el portero, deben hablar. Pero, sobre todo, hay que actuar.