La Premier, las prisas y el proceso

Manchester City

Manchester City

Guillem Balagué

Guillem Balagué

Lo de la Premier no viene de hace un par de días, ni de dos años. Seguramente habrá quien pondrá en duda su dominio y encontrará razones por las cuales nos ha superado en el ranking UEFA por primera vez en diez años o se justificará el 11-0 que nos llevan en los seis partidos que hemos jugado contra ellos. No hay más ciego que el que no quiere ver. Hace dos temporadas colocaron a cuatro equipos en las dos finales europeas. Y hubo un inglés en alguna de las finales del 2015 al 2018. Tienen a cinco equipos en los cuartos de final. ¿Hacen falta más pistas de este cambio de paradigma?

No se trata solamente de una cuestión de presupuesto, aunque es un elemento crucial. El caso (preocupante para nosotros) es que detrás hay más. Con ese dinero han contratado a los mejores entrenadores, es decir, buscan proyectos en lugar de recuperar a Cristiano Ronaldo o fichar a Mbappé o Neymar. Han reforzado todas las líneas y un once de la Premier ahora mismo no tiene rival en Europa, probadlo. Además han profesionalizado las oficinas, importantísimo. Al ser clubes empresas, han cuidado cada detalle, han estudiado cada paso, han regalado muy poco dinero (aunque en esto podrían mejorar). Hay que rendir cuentas ante los dueños y los accionistas, con lo que gastan la pasta como si fuera suya. 

Luego está lo que ocurre sobre el césped que se puede explicar a partir de las tres velocidades del fútbol. Existe la colectiva (lo que hace Pep con sus equipos), la individual (imaginad a Sterling) y la gestual (lo que hacía Xavi con sus giros). Se pude incluir incluso la que da la inteligencia (decidir antes que nadie, lo de Kevin de Bruyne). Los equipos ingleses nos ganan en las tres primeras, pero no podemos aprovechar la rapidez de nuestras tomas de decisiones (basadas en el conocimiento del juego) si lo otro no responde. 

Además hay un proceso detrás de las decisiones que toman los equipos ingleses. Sí, incluso en el Chelsea, donde, un poco como el Madrid,  la filosofía es ganar y ganar, y si no sale, entra otro preparador. Ese proceso es lo que nos hizo ganar, después de aceptar nuestra inferioridad y de buscar soluciones con humildad. Es lo que nos toca ahora. Aceptar la situación y crear procesos nuevos. Por eso me extraña que se hable ya de la continuidad de Koeman (me llega que los grandes nombres están mayormente expectante) cuando falta por decidir el orden y las personas que tomarán las decisiones futbolísticas. Habrá que empezar por ahí, imagino.