Pjanic, una de las operaciones del verano

No ha sido fácil planificar la próxima temporada en época de coronavirus. El palo económico que ha recibido el mundo del fútbol ha sido bestial y el Barça no vive ajeno a esta obligada precariedad. Se venía un verano de contención ante la imposibilidad de vender a los jugadores que no cuentan porque no se está moviendo dinero en el mercado. Y aquí, el área deportiva dio un paso adelante.

Se podrá estar a favor o en contra de su gestión, pero nadie podrá negar la eficacia que han tenido a la hora de colocar futbolistas sacando réditos económicos importantes. Ante tanta complicación, el club vio una oportunidad para fichar a Pjanic y se diseñó una operación de canje que, de entrada, trae muchos beneficios financieros. Se trata de un canje, pero el Barça computará muchos beneficios que no solo servirán para cuadrar cuentas sino que darán aire suficiente en el fair-play financiero para poder abordar el fichaje de un crack. Sin el trueque Pjanic-Arthur, fichar hubiese sido casi imposible.

¿DUDAS DEPORTIVAS?

El canje de jugadores también tiene el OK deportivo. Pjanic ha sido uno de los mejores centrocampistas del fútbol europeo en los últimos maños. Es verdad que tiene 30 años recién cumplidos, pero su rendimiento está fuera de duda. Prueba de ello es que en estas semanas Chelsea y PSG le han tentado para que no fuera al Barça. Se va Arthur con una sensación agridulce. Su fichaje ilusionó y apuntó maneras, aunque sus lesiones y falta de continuidad han impedido conocer su límite. Se va a la Juve y podría triunfar, pero el Barça ha cerrado una de las operaciones del verano.