Pelé: ‘El futebol arte’, su mejor legado

Pelé alcanzó la inmortalidad en vida porque personificaba aquello que los aficionados de todo el mundo, al margen de la cultura local, desean cuando se ponen a ver un partido de fútbol: la excelencia del juego ofensivo, propositivo, generoso en la plasticidad y la creación. El fútbol arrollador e implacable de Pelé se transformaba en una máquina de ganar gracias a dar rienda suelta al preciosismo surgido de la imaginación y la improvisación individual en cada acción.

El mito del ‘jogo bonito’ brasileño y del ‘futebol arte’ que encantaba a las masas en todos los continentes se forjó gracias a un talento único e irrepetible como Pelé que siempre estuvo acompañado de futbolistas que compartían la misma concepción del juego ya fuera en la Seleçao o en el Santos.

Con Pelé, con Garrincha, conDidí, con Rivellino o con Tostao no había el falso debate de jugar bien o ganar que los mediocres han querido imponer. Era tácito que la victoria solo se podía obtener a través de una forma de jugar ‘brasileña’ reconocida tanto local como internacionalmente. 

La Seleçao se aleja de espíritu

No es ninguna casualidad que cuánto más se alejó la Seleçao de sus esencias, traicionando su juego clásico con el que se situó en lo más alto del pódium del fútbol mundial, más debacles consecutivas ha coleccionado el gigante sudamericano. El último de los ejemplos fue el Mundial de Qatar que Pelé pudo seguir desde el hospital cuando el Brasil de Tite siguió la senda de la deconstrucción que habían empezado los últimos seleccionadores gauchos: Dunga, Mano Menezes y Luiz Felipe Scolari.

El mejor homenaje posible de sus compatriotas a ‘O Rei’ sería honrar su herencia y hacer justicia a su legado haciendo un cambio colectivo de mentalidad: olvidarse de las trampas de la especulación y la racanería de amarrar resultados y volver a jugar para ganar y divertirse.