Opinión

Paul Tenorio y la historia de una obsesión

Florentino Pérez habla con Ancelotti

Florentino Pérez habla con Ancelotti / Sport.es

 El apartamento de Paul Tenorio me lo imagino como un zulo lleno de pósteres, fotografías y recortes de prensa colgados en las paredes. Todos ellos con los rostros de Messi, Guardiola, Xavi y demás leyendas culés tachados con un rotulador rojo y llenos de proclamas satánicas con intención de maldecirlos. De fondo el himno del centenario blanco se repite en bucle y en un mueble lleno de polvo presidido por un pin del escudo del Real Madrid, varios muñecos repletos de agujas reposan esperando ser atacados de nuevo. Bajo ellos, diversos nombres: Gavi, Pedri, De Jong…

Parece ser que la obsesión patológica es uno de los requisitos para poder trabajar en Real Madrid TV, y claro, el bueno de Paul, lo cumple a la perfección. El futbol, al menos para el columnista y el periodista, no solo es cuestión de técnica y táctica, también es cuestión de polémica. Y está bien que sea así, es tan irrelevante en lo vital, que nos podemos permitir el lujo de participar en el show de la controversia. He aquí un claro ejemplo. De vez en cuando, quizás en alguna columna semanal, no está mal crear el debate absurdo que envuelve este deporte, el problema llega cuando esto se convierte en el todo de tu vida. A Paul le ha abducido la absurdidad hasta tal punto de ser motivo de estudio psicológico y sociológico. Uno abre sus redes sociales y solo le queda empatizar ante tal obsesión. No hay día ni hora que no escriba sobre los fantasmas que sobrevuelan su cerebro, unos fantasmas vestidos de blaugrana que le impiden ver más allá y mucho menos regresar a la cordura. Si llueve es culpa de Laporta, si se resfría es por Xavi, si su pareja le deja es responsabilidad de Gavi… y así todo. Negreira es su tema estrella, podríamos decir que es el abanderado de la causa: su propuesta es dejar de competir en una competición llena de corruptos -en esto no se equivoca- y de árbitros comprados que han dado la gloria a su equipo enemigo. A Paul le da igual la justicia, él dictamina sentencia a la carta. El último en llevarse uno de sus correctivos ha sido Marc Crosas. Tras decir que Athenea del Castillo no tiene nivel para jugar en el Barça y que ha perdido las 12 veces que se ha enfrentado a las blaugranas, Paul se ha encargado de mandar a su ejército tuitero (X) para que lo insulten y ataquen sobre su carrera deportiva, su acento mexicano o su pelo, que, viniendo de seguidores de Tenorio, tiene su gracia. El bueno de Paul tiene que saber que aquí tiene una persona dispuesta a escucharle, a ayudarle a vencer a esos monstruos blaugranas que inundan su vida y a mostrarle que en la vida hay cientos de miles de cosas que valen más la pena que el fútbol. Aquí estoy.