Objetivo: ultrajar al presidente del Barça

Josep Maria Bartomeu ya no participa en Twitter

Josep Maria Bartomeu ya no participa en Twitter / AFP

Joan Vehils

Joan Vehils

Unos lo intentaron con Laporta pero no lo consiguieron hasta que dejó su cargo. Entonces, le presentaron una acción de responsabilidad que acabó en nada. Eso sí, por el camino, muchas familias sufrieron de lo lindo. Otros se ensañaron con Rosell. Dimitió y luego le condenaron a sufrir. El resultado final fue de dos años de cárcel preventiva por un asunto que no había cometido. Decidieron ‘matarle’ pero ‘solo’ lograron torturarle. Bartomeu tampoco se ha librado y este último año ha sufrido una dura campaña de desprestigio, con insultos y amenazas personales que han superado lo permitido. Incluso, el actual presidente de la gestora, Carles Tusquets, ha recibido más reproches en cuatro días que en toda su dilatada carrera como banquero o persona vinculada al Barça.

No hay más: hay que ultrajar, denigrar y cargarse al presidente. Sea cual sea. Y lo peor es que el enemigo no solo está en Madrid. El verdadero enemigo está en casa. Está en esos políticos que en 48 horas pasan de permitir convocar a 100.000 personas en el Camp Nou a no dejarnos salir de casa, pero está también en los nuñistas resentidos, los cruyfistas resentidos o los sandristas resentidos. El Barça está dividido y el odio pervive junta tras junta.

Ahora, entre unos y otros se han cargado a Bartomeu pero si gana Laporta tendrá un ejército de enemigos dispuestos a sacar a la palestra todos los errores cometidos durante su pasado. Y si el ganador es Font, más de lo mismo. Que si uno cobró comisiones, que si el otro es un títere de Roures, que si los dos son independentistas... Por contra, si ganara Freixa le atacarán porque no es un indepe declarado o porque polemizó con Cruyff...

O sea, todos contra todos. Olvídense del pasado o el Barça no tendrá ningún futuro.

Desde Núñez hasta Bartomeu todos los presidentes han pedido la unión del barcelonismo y ninguno lo ha logrado. Hay tanta inquina acumulada. Hay tantas ganas de controlar el Barça. Quizá, en lo único que han coincidido todos, desde Núñez a Bartomeu, es en no doblegarse delante del poder político. Eso sí, a costa de mucho desgaste. Lo dicho, el martes los políticos nos permitían votar y hoy no podemos salir de la ciudad. ¿En manos de quién estamos?

DIRECTIVOS FIELES A BARTOMEU 

Estas últimas semanas han tenido diversas ocasiones para dimitir pero han estado junto al presidente hasta el último día. Es cierto que hace unos meses Rousaud, Tombas, Elias y Teixidor decidieron marcharse pero desde entonces nadie más ha abandonado el barco. Unos más que otros pero todos han estado al lado del presidente hasta el último día y eso algo dice mucho de Bartomeu y de sus directivos. En fin, están satisfechos por el trabajo realizado, otros quizá estén avergonzados por los errores cometidos pero la fidelidad es algo que en esta vida no tiene precio. Y sino que se lo pregunten a la directiva, Marta Plana, que en su responsabilidad de secretaria general de la junta directiva ha dedicado estas últimas semanas infinidad de horas al servicio del club. Gratis, claro. Ella junto a Bartomeu fueron los últimos en abandonar los despachos del Barça. Ahora, queda pendiente una comida entre todos los exdirectivos. Eso sí, cuando los políticos se lo permitan...

Por cierto, un apunte sobre el despido de Masferrer. Si en su día lo hubiera hecho Bartomeu quizá hoy seguiría de presidente.

DE PLANES A PEDRI  

Le dijeron que el chaval prometía. Lo vio y apostó fuerte por él. Pedían cinco millones y el Barça ofrecía cuatro. Cedieron y acertaron. Eso sí, por los pelos. El Madrid también andaba detrás suyo. Pues eso, que en este caso el mérito es de Ramón Planes, el director deportivo de la última etapa de Bartomeu.