A Núñez le faltó un Leo Messi

Núñez

Núñez / sport

Joan Vehils

Joan Vehils

El presidente <strong>Josep Lluis Núñez</strong> era un hombre tan cercano como fiscalizador. Igual podía revisar punto por punto el contrato de renovación de Ronaldo Nazario que repasar una factura de mil pesetas por unos trabajos de pintura de las oficinas del club. Núñez podía ignorarte en una rueda de prensa pero posteriormente interesarse por tu familia.

Recuerdo especialmente el día que en un acto en la tribuna del Camp Nou le preguntó al fotógrafo Miguel Moreno sí había puesto el carrete en la cámara de fotos. Moreno dejó de apuntar al presidente y, mirándole a los ojos, le dijo: ¿Oiga, le digo a usted cómo hay que construir pisos? Y entre risas acabaron abrazados. Así era Núñez. El hombre capaz de enfrentarse a periodistas como José María García y de no someterse a ninguna de las presiones del presidente Jordi Pujol.

Núñez fue un presidente independiente, con unos directivos fieles y una familia entregada. De hecho, Núñez no hubiera resistido tantos años sin el apoyo y el cariño de su esposa y sus dos hijos. Es verdad que Núñez estuvo mucho tiempo en la presidencia, seguramente demasiado, y eso provocó que en ciertas ocasiones actuara como si el club fuera suyo pero también es cierto que eran otros tiempos.

De todas maneras, no podemos olvidar que gracias a Núñez se realizó la ampliación del Camp Nou y que, junto a su amigo Josep Mussons, se inventaron La Masia. El Barça sin el paso de Cruyff y Guardiola sería otro club, pero sin La Masia quizá nunca hubieran llegado los éxitos deportivos de estos últimos años. El problema es que el presidente Núñez no tuvo a Messi. Con Messi, su larga etapa al frente del club sería incuestionable.