Neymar, muy difícil... pero no imposible

Neymar sigue pensando en azulgrana

Neymar sigue pensando en azulgrana / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Neymar sigue jugando a dos bandas. Es la estrategia que ha utilizado siempre. Mientras asegura públicamente que es feliz en el PSG y que su renovación no será un problema, continua presionando privadamente al Barça para que le ‘refiche’. No hay ninguna duda de que el deseo del crack brasileño es regresar al Camp Nou. Desde el mismo día que se fugó a París (el 3 de agosto de 2017, pagando la cláusula de 222 millones de euros, la más alta de la historia) vive arrepentido por su polémica decisión. Han pasado casi cuatro años y el sueño de Neymar no ha variado: quiere jugar otra vez con su amigo Messi. Cada verano ha enviado señales al Barça para que el club blaugrana le recupere. Cuando más cerca estuvo de regresar fue en 2019... pero Bartomeu se gastó (malgastó, mejor dicho) el dinero en Griezmann y frustró el retorno del brasileño. Ahora, Neymar vuelve a intentarlo. Sabiendo que le queda solo un año de contrato con el PSG y que esta situación le favorece y le da más fuerza para negociar su salida a un precio ‘asequible’. Un precio que, por mucho que se rebaje, el Barça solo podría asumir introduciendo futbolistas en una operación de canje. 

Neymar volvió a demostrar el martes ante el Bayern que es un delantero desequilibrante. Un jugador especial. Brillante. Que dotaría al Barça de una capacidad ofensiva descomunal. Como ya hizo en los tiempos del tridente junto a Messi y Luis Suárez. Incorporarlo sería, desde el punto de vista deportivo, un acierto. Pero afrontar el fichaje es una maniobra de alto riesgo financiero que el Barça únicamente puede afrontar incorporando a jugadores como Griezmann y Dembélé en el trueque. Y, aún así, faltaría ver si el PSG está dispuesto a desprenderse de una de sus dos estrellas cuando la otra, Mbappé, también está luchando para irse al Madrid... Todo muy complicado. Mucho. Pero no imposible. Porque el fútbol nos ha enseñado, a lo largo de los años, que cualquier cosa es viable por descabellada que parezca.