Munición francesa para la caverna mediática

A buenas horas, mangas verdes. Ojiplática me quedo al saber que ‘France Football’ entona el ‘mea culpa’ y decide pedirle perdón a Iniesta por no haberle concedido jamás el Balón de Oro. Tiempo han tenido, desde luego. Y motivos, también. Lo hecho, hecho está y a Andrés nadie le va a quitar el ‘Don’ que le acompaña desde hace años, ni las ovaciones en todos los estadios del mundo ni las loas globales que ha recibido, recibe y recibirá el de Fuentalbilla. De lo que nos ha regalado dentro y fuera del campo, ni hablemos. Pero la  ‘delicatessen’ de los franceses se ha convertido en munición para la caverna mediática, a la que ha faltado tiempo para aprovechar el perdón y convertirlo en acusación. Los golpes en el pecho de la publicación francesa han sido música celestial para los que, a la mínima, pretenden opacar la figura de Messi. Solo les queda organizar una recogida de firmas para restituir aquel Balón de Oro de 2010 y que Leo quede con Andrés para devolvérselo.

Imagino que este acto de contricción no es gratuito. Subirse al carro de moda es lo que tiene. Pero ya que se han puesto a analizar los porqués de sus decisiones, podrían echar la vista atrás y revisar algunas cuando menos discutibles. ¿O ya no se acuerdan cuando ampliaron el plazo de las votaciones en 2013? Aquel escándalo promovió que, finalmente, fuera Cristiano el que se llevara el premio en detrimento de Ribéry que tenía todos los números tras un triplete conseguido con el Bayern. A 600 kilómetros explicaban las crónicas que CR7, en un espléndido momento de forma, acababa de meter a Portugal en el Mundial tras una magnífica actuación en Suecia. Y se llevó el balón dorado, claro, sin haber ganado nada.

Me hubiera gustado ver si, en lugar de competir con Messi en el 2010, Iniesta se hubiera enfrentado a Cristiano Ronaldo. Ni con la camiseta roja tatuada en el cuerpo le hubieran dado opción al jugador del Barça. Fijo.