La mochila de Bartomeu

Bartomeu, en SPORT

Bartomeu, en SPORT / V. Enrich

Albert Masnou

Albert Masnou

Han pasado bastantes meses de la marcha de Josep Maria Bartomeu de la presidencia del club y ya se puede hablar de su gestión sin que todo sea interpretado como una agresión a uno o una defensa para otro. La sensibilidad estaba a flor de piel y cualquier comentario era leído desde un prisma u otro. Nunca como una exposición de hechos ocurridos bajo un mandado. 

Aunque hoy no lo parezca, Bartomeu acabó su mandato como el segundo presidente el más laureado de la historia del club después de Josep Lluís Núñez, quien estuvo 22 años al frente de la entidad.

Cometió errores en diferentes áreas (gastándose fortunas con jugadores como Coutinho o Griezmann), no supo ser duro con algunas renovaciones de jugadores que hoy le apuñalan pero que ayer le aplaudían por ponerles unos salarios fuera de mercado, se enmerdó con el Barçagate y se las apañó como pudo en un entorno político complejo que buscaba usar al Barça para sus fines.

Ser presidente de este club es una misión imposible y lo demuestra el hecho de que los últimos cinco presidentes se han ido por la puerta de atrás (Núñez, Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu). Todos han cometido errores y el tiempo les acabó desgastando hasta el punto de provocar una mala salida.

El tiempo, sin embargo, sirve para saber diferenciar entre las malas decisiones y las buenas, que todos ellos las han tenido. Y Bartomeu también las tuvo. Porque si hoy el motivo de orgullo del club son jugadores como Araujo, Gavi o Pedri es porque, todos ellos, fueron fichados bajo el ojo de Planes pero bajo el mandato de Bartomeu. 

Araujo

Araujo, jugador del Barcelona / fcb

Si hoy el Camp Nou es capaz de aplaudir a Dembélé y pedir su renovación es después que fuera fichado por Bartomeu (Robert Fernández lo aconsejó). Si  creemos en Eric García como futuro del club es porque Bartomeu dejó su fichaje atado antes de su salida.

¿Qué más motivos genera orgullo hoy en día en el Barça? El fútbol femenino, una apuesta clara de Josep Maria Bartomeu quien permitió a esta sección dar el salto al profesionalismo y establecer las bases para que hoy el club tenga a la mejor del mundo (Putellas), el equipo busque revalidar el título de campeón de Europa y el Camp Nou se llene.

Bartomeu hizo muchas cosas bien y otras no logró su intención como la de fichar a Xavi Hernández, quien prefirió esperar a la llegada de otro presidente, o Jordi Cruyff, otro con el que Bartomeu se reunió pero no logró convencer. Pero sí que hizo Bartomeu fue la de aplacar los ánimos con la familia Cruyff, tensos con Rosell de presidente.

El basket, como el femenino, también aspira a ser campeón de Europa gracias a la bases sentadas por Bartomeu, y por Albert Soler, con el fichaje de Jazikevicius o Mirotic o Calathes. Como decíamos, todos los presidentes han buscado lo mejor para el Barça, con aciertos y con errores.