Messi no quiere continuar; Koeman no le convence

No es un calentón ni una depresión. Es consecuencia de muchas frustraciones, de cinco años sin poder ganar la Champions. El futuro de Messi es un tema serio y grave. Ha llegado al punto de que piensa que es mejor irse que quedarse ya que no comparte la política deportiva del club, ha perdido la confianza en la directiva y su relación con Bartomeu se ha roto. Por primera vez en quince años manifiesta abiertamente sus dudas/deseos por continuar. Hasta ahora había tenido muchas ofertas pero nunca especuló con su marcha. Ahora es distinto. A los 33 años piensa que le queda recorrido para levantar el vuelo y en el Camp Nou no ve futuro.

Leo tiene las ideas más claras de lo que muchos creen y sufre las consecuencias de la dinámica negativa del club desde la marcha de Neymar. Sabe perfectamente que no tiene mucho tiempo para aclarar su situación ya que en una semana comienzan los entrenamientos. Escuchó a Koeman pero no le convenció. Teme que la próxima temporada sea de transición con un presidente de salida, una tesorería bajo mínimos, un entrenador que quiere cambiar medio equipo y unas elecciones que complicarán el entorno. Messi no quiere perder otro año y tampoco ayuda que muchos de sus compañeros/amigos no continuarán.

El Barça dice que no está en venta, que tiene contrato en vigor con una cláusula de 700 millones. Tan cierto como tan cambiante en función de la postura que adopte Messi. Cuando un crack se quiere ir de un club, es un mal negocio mantenerle contra su voluntad. Máxime cuando su contrato acaba el 30 de junio del 2021 y entonces quedaría libre. El argentino es enemigo de los escándalos y las polémicas. Si continua será de manera pactada; si fuerza la salida lo quiere hacer de forma negociada. Mientras termina de deshojar la margarita no piensa hacer declaraciones y Koeman se mantendrá a la expectativa.

El problema para el Barça puede surgir si llega el día que públicamente manifieste que su ciclo en el Barça ha terminado y que la mejor solución para las dos partes es encontrar una salida. Si se quiere ir, tendrá que tomar la iniciativa. Bartomeu se cansa de decir que no será el presidente del Barça que venda a Messi. Pero igual se ve obligado por la otra parte. En tal hipótesis, ofertas no le faltan. Desde el PSG al City de Guardiola pasando por el Inter propiedad de un millonario chino. Si Messi se fuera este verano, no será con la baja en el bolsillo. El Barça sabe que los 700 millones de la cláusula no los pagará nadie pero se puede repetir el caso de Cristiano, cuando se marchó del Madrid a la Juve con una salida pactada a cambio de 100 millones. Si se va Messi el Barça haría un mal negocio deportivo pero un buen negocio económico. Podría cobrar 200 millones de traspaso y encima se ahorraría su contrato anual que supera los cien millones. Un parche para su maltrecha economía.

A día de hoy todo son hipótesis y conjeturas. Messi continúa en la Cerdanya negociando posibles vías de salida mientras el Barça espera que recapacite y siga como líder del equipo. Entre tanto Leo hace suya la frase que su amigo Luis Suárez ha lanzado en las redes sociales como mensaje enigmático: Nunca olvides que eres el arquitecto de tu propio destino

ELOGIOS Y CRÍTICAS

Chapeau al Sevilla que ha ganado su sexta Europa League y que será cabeza de serie por méritos propios en la próxima Champions. Sobresaliente para Lopetegui que después de su mala salida de la selección y su fiasco en el Madrid ha recuperado su prestigio con una gran temporada. Matrícula de honor para Monchi que ha demostrado por enésima vez que tiene un ojo clínico excepcional para los fichajes. Elogios para el PSG por llegar a la finalísima de la Champions mientras que muchos clubs grandes se han quedado por el camino. Es la resurrección de Neymar y la confirmación de Mbappé. La millonaria inversión catarí recoge los frutos.

Las elecciones al Barça calientan a los candidatos. Víctor Font no aprende y se vuelve a disparar un tiro al pie. Decir que aunque Koeman ganara el triplete no continuaría como entrenador si él gana las elecciones es ir contra el sentimiento general de los socios. El ex vicepresidente Rousaud dispara con bala contra Bartomeu como si olvidara los años que estuvo en su directiva. Tampoco estuvo afortunado Bartomeu cuando mencionó en Barça TV los jugadores indispensables para la próxima temporada. Sin citar nombres, puso al resto de la plantilla como transferibles. Suárez, Busquets, Alba y compañía se lo han tomado como una ofensa personal. Así no se hacen amigos. Una crítica para terminar: Lautaro no demostró en la final de la Europa League categoría para fichar por el Barça. E