Messi, Neymar y Haaland esperan a Laporta

Messi y Laporta saludándose

Messi y Laporta saludándose / @FCBarcelona_cat

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

La renovación (o no) de Messi, la continuidad (o no) de Koeman, el regreso (o no) de Neymar, el fichaje (o no) de Haaland... Laporta tiene muchos asuntos deportivos pendientes de resolver a la espera del resultado definitivo de la auditoría que debe descifrar la verdadera situación económica del Barça. El ‘agujero’ financiero marcará la estrategia. Desgraciadamente. Y condicionará muchas de las decisiones que se deben tomar en los próximos meses. Como, por ejemplo, la participación en la Superliga de Florentino Pérez. Laporta, ideológicamente, está en contra... pero se ha tenido que posicionar a favor porque puede ser una fuente de ingresos imprescindible para un club terriblemente endeudado. En función de la magnitud de la tragedia económica se podrá afrontar (o no) la imprescindible mejora de la plantilla. Messi está esperando una propuesta para decidir si sigue (o no) en el Barça, pero es que Neymar también está dando largas al PSG a la espera de saber si el club blaugrana podrá afrontar (o no) su retorno. Por no hablar de Haaland. Si hay dinero suficiente es la opción prioritaria. Si hay menos dinero, la alternativa es Lautaro. Y si no hay ni un euro, habrá que conformarse con el Kun Agüero. O con Depay. Y, claro, no es lo mismo...

Lamentablemente, la mala gestión de Bartomeu (amplificada por la pandemia) ha dejado al Barça casi sin capacidad de maniobra. La auditoría dictará sentencia sobre las posibilidades reales del club a la hora de invertir. Pero pinta mal. Muy mal. Mucho peor de lo que se esperaba. Y solo las ventas de futbolistas podrán paliar, de alguna manera, la escasez de recursos. Media plantilla estará en el mercado. De Neto a Braithwaite. Pasando por Umtiti, Junior, Pjanic, Coutinho, Griezmann y Dembélé. Incluso algún que otro canterano... Si hay buenas (en algún caso, incluso aceptables o mediocres) ofertas, serán traspasados. Para conseguir liquidez... y para ahorrarse sus desproporcionadas nóminas. Es la terrorífica herencia que le toca gestionar a partir de ahora a Laporta.