Más cerca del Camp Nou que de París

Rivaldo tiene razón. Neymar no tenía que haberse ido nunca del Barça. Pero se equivocó. Mucho. Muchísimo. Y se fue. Por la puerta falsa. Y pagando una cláusula de rescisión de 222 millones de euros que el club blaugrana no supo invertir bien. Ahora, Neymar quiere volver. Bartomeu quiere recuperarle. Y el vestuario, con Messi a la cabeza, empuja para que este regreso sea factible.

Lo que hace solo unas semanas parecía absolutamente imposible, cada día está más cerca de convertirse en una realidad. Aunque la operación es extremadamente compleja y todavía quedan muchos capítulos del que está llamado a ser el gran culebrón del verano.

Al Barça se le han abierto de par en par las puertas del ‘refichaje’ de Neymar gracias a la ruptura total y absoluta entre el brasileño y el PSG. Y entre el padre y el jeque Al Khelaïfi. No es solo una cuestión deportiva (que también). Es una falta de conexión tan grande que, difícilmente, tiene solución más allá del traspaso.

Ya están negociando

Pero el PSG, claro, no quiere perder dinero aunque entiende que el futbolista se ha devaluado en estos dos años de zozobra futbolística, física y personal. Y pide al Barça una cifra (300 millones) inasumible. El Barça contraoferta incluyendo a Coutinho en la operación.

La negociación, aunque sea a través de intermediarios, ya ha empezado. Y el futuro de Neymar está mucho más cerca del Camp Nou que de París. Eso sí, previo acto de contricción del delantero brasileño: Neymar debe pedir perdón y, por supuesto, retirar la demanda que puso en su día contra el Barça por la primera de renovación. Pero esto es lo más fácil de todo...