La maldición de la 'CH'

Chumi jugó ante el Levante en la Copa del Rey

Chumi jugó ante el Levante en la Copa del Rey / Valentí Enrich

Carme Barceló

Carme Barceló

La culpa no fue ni de Chumi, ni de Cheryshev, ni del chachachá. De Chendo, bastante más. Paradojas de la vida, esta doble letra del abecedario emparejó también dos casos que poco a nada tienen que ver. Mientras veo el último gol de Messi, lo único que tengo claro es que habrá denuncia del Levante por alineación indebida del canterano del Barca, intentando ganar en los despachos lo que no consiguió en el terreno de juego. A priori, y con todas las reservas del mundo, creo que pocas posibilidades tiene de prosperar. La Federación dirá que el asunto ha prescrito pero el club levantino irá donde haga falta, acompañado de todos los altavoces de la capital que sean necesarios. Faltaría más.

A río revuelto, ganancia de pescadores. Pero ya les digo que a las 23.30 de la noche del miércoles el único que ha ganado es el FC Barcelona, que sigue en la Copa del Rey gracias a un excelente partido de los blaugrana y, en especial, de Dembélé. Cuando ustedes lean este artículo, ya se habrá llamado, denunciado, reunido, presionado, llamado de nuevo y sorteado lo que sea menester a no ser que la Jueza del Comité de Competición haya decidido dejar al Barça fuera de la Copa. Si esto sucede, la ganancia para los pescadores de la otra orilla va a ser tal que los veo celebrándolo en la Cibeles.

Una semana han tardado en denunciar los hechos. Llámenme mal pensada, que lo soy, pero en siete días se tiene tiempo para hacer muchas cosas. Léanlo en horizontal o en vertical pero bastante se ha conseguido a raíz del ruido del ‘caso Chumi’. A saber, horas antes del partido inquietar dentro y fuera del vestuario. Item más, distraer la atención hacia otros temas para no ahondar en algunas blancas llagas. Y dar descanso a la polémica del VAR, que hay que recargar pilas para el fin de semana. ¡Maldición!