Luis Enrique y el rey de la telebasura

Rueda de prensa Luis Enrique

Rueda de prensa Luis Enrique

Rubén Uría

Rubén Uría

El rey de la telebasura lo festejó como un título. Se hinchó como un pavo, enseñó la patita y como no conoce la vergüenza, preguntó si el personal la siente.

La penúltima vez que se atrevió a preguntar si esta selección da vergüenza, el equipo del seleccionador al que detesta, llegó a las semifinales de la Eurocopa. Mientras España se pegaba un tiro en el pie contra los hijos del ‘Imperio del Sol Naciente’ y el país estaba en estado de 'shock', pensando que todo era una broma de cámara oculta, el telepredicador acarició la gloria.

Su deseo, que la España de Luis Enrique acabe como el ‘Titanic’, casi se cumple. Mientras empapaba su ropa interior con las glorias de la Croacia de Modric y la Brasil de Vinicius, el basurero descargó toda su munición contra una selección que desprecia y ningunea.

Lo suyo es un ‘win & win’ de manual. Él siempre está invicto. Él nunca pierde. Si España gana, el Nostradamus de garrafón presumirá, como Mariano Rajoy, de 'ser español, muy español y mucho español'. Y si España pierde, saldrá de cacería para convertir a Luis Enrique en piñata humana, mientras suelta la correa de sus 'dóbermans' para que ladren sin bozal.

El que presume de hacer periodismo mientras destroza la profesión, está nervioso. Mucho. Y cada partido que pasa, más. Lleva años asesinando gratis la reputación de Luis Enrique, pero cuanto más empeño pone en cavar su fosa y cuanto más veneno supura, más lejos llega esta selección. Tragó bilis ante Costa Rica, sufrió ante Alemania y cuando tenía ya fabricada la caja de madera de pino que le iba a hacer a Luis Enrique, la selección le tiró un caño en una cabina de teléfonos.

Cuando vio el cielo abierto, cuando los japoneses le hicieron tener sueños húmedos, España sobrevivió. Como en ‘Juego de Tronos’: ¿Qué le decimos a la muerte? Hoy no.

Rebotado y frustrado, con el contenedor de bilis a tope, el rey del estercolero volvió a preguntar en voz alta si esta selección da vergüenza. Millones de moscas no pueden estar equivocadas, así que a ropa, que hay poca. El que no conoce la vergüenza tuvo la cara dura de preguntar, otra vez, si esta selección da vergüenza.

Al fondo, Marruecos. Luis Enrique sabe lo que le espera. Si cae, ni habrá tregua, ni se concederá. El basurero hará turnos extra. No importa. A Luis Enrique le encanta el olor a napalm por la mañana. Tiene un plan. Puerta grande o enfermería.

'Lucho' superó un calvario personal terrible, busca hacer feliz a este país, ha formado un grupo sano y no se casa con nadie. Está a un partido del Rubicón de cuartos. Y a cuatro de hacer realidad el sueño de los españoles. Ser campeón. Y de paso, hacer posible lo que el rey de la telebasura nos dice que es imposible.