Koundé no será la última bomba culé

LA REVOLUCIÓN SIGUE EN MARCHA. Si a algún aficionado del Barça le explican hace unos meses que Koundé, Raphinha, Dembélé y Lewandowski, entre otros, formarían parte de la plantilla del equipo, no se lo hubieran creído. El club se lo está jugando todo a una inversión que ya ha revolucionado al equipo convirtiéndole en un serio aspirante a ganarlo todo.

El último golpe ha sido el del central del Sevilla, de los más caros del mercado en su posición, que ha acabado sucumbiendo a las ilusiones de un club que, ahora sí, es capaz de atraer a los grandes futbolistas. El tiempo dirá si la astronómica inversión servirá para reconstruir a una entidad que se asomaba al abismo, pero de lo que no hay duda ya es de que Laporta ha recuperado la ilusión del barcelonismo. Y ojo porque este Barça va lanzado y Koundé podría no ser la última bomba de un mercado al que le queda más de un mes para cerrarse y que puede deparar alguna sorpresa.

El Barça lucha, como mínimo, por dos fichajes más en la parcela defensiva y podría concretarse algún que otro fichaje estrella dependiendo de las salidas de Memphis y De Jong, dos casos que están sin resolver y que el Barça espera que acaben cerrándose con sendas salidas. Lo más difícil ya está hecho y ahora queda ajustar una plantilla que tiene una pinta sensacional. Y al Barça le faltan dos laterales, uno por cada banda.

Quizás un perfil zurdo iría mejor que un diestro, pero Xavi Hernández ha ido cumpliendo su palabra con todos los jugadores a los que llamó para fichar y seguro que no dejará en la estacada a Azpilicueta y Marcos Alonso por mucho que el Chelsea se pueda enfadar por la eficacia blaugrana birlándoles alguno de sus fichajes estrella. Los laterales son necesarios, futbolistas de plantilla para una temporada muy larga en la que cualquier detalle en forma de lesión puede acarrear problemas.

A partir de ahí, el ahorro de la ficha de De Jong y dos traspasos millonarios de Frenkie y Memphis abrirían la puerta a firmar algún centrocampista de renombre. Si al final no acaba sucediendo, no pasará nada, pero tiene pinta que la relación del club con De Jong va a quedar seriamente tocada y lo mejor es que cada uno vaya por su lado a partir de ahora. Ofertas no faltan y solo el jugador debe decidir. Se puede venir un mes de agosto interesante porque julio ha sido lo más bestia vivido en los últimos años.