18 jugadortes y solo uno determinante

El Barça sobrevive en la lucha por los dos títulos que puede ganar agarrado al resultadismo

Leo Messi celebra su gol en el Barça-Real Sociedad de la Liga 2019/20

Leo Messi celebra su gol en el Barça-Real Sociedad de la Liga 2019/20 / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El Barça sobrevive en la lucha por los dos títulos que puede ganar agarrado al resultadismo del que tanto se ha renegado por estos lares pero al que no queda más remedio que recurrir dadas las circunstancias a las que se ha visto abocado el club y el equipo. En los dos últimos meses, el club se ha instalado en un carrusel de crisis que condicionan extraordinariamente el rendimiento del equipo. No es cuestión de enumerarlas para no aumentar el dolor de los aficionados, simplemente me voy a centrar en la gestión deportiva pura y dura, una planificación catastrófica que ha dejado al nuevo entrenador con solo dieciocho jugadores del primer equipo... ¡dieciocho jugadores, menos los lesionados y sancionados de forma puntual, para afrontar una recta final de temporada durísima! Cuando nos hemos pasado años y años defendiendo la importancia del fondo de armario y de las rotaciones, resulta que esta temporada no hay ni una cosa ni otra. O nos engañaban antes o los responsables, directivos y deportivos, no tienen perdón por el mal trabajo que han hecho. 

¿ROTACIONES? La cuestión es que el equipo no juega al nivel que debe exigírsele. Más allá de la fidelidad al estilo, lo peor es que no domina el juego, crea menos ocasiones de gol y le crean más que nunca. El equipo presenta síntomas de desgaste pero el entrenador tiene pocas opciones para rotar. Es difícil dar descanso a los imprescindibles cuando solo tiene a tres centrales y a cuatro delanteros; cuando los laterales no tienen competencia; cuando el centro del campo se aguanta con alfileres... Son dieciocho jugadores y solo uno determinante, Messi, claro está.

Miren, en estos momentos, y admitiendo que Leo no está en el mejor momento de su carrera, resulta que la Messidependencia va a más. No en vano, con Setién ha firmado seis goles y ha dado seis asistencias; o sea, ha participado en doce de los catorce goles marcados en la Liga. Como siempre, Messi no puede ni constiparse, pero esta vez llegará más exprimido que nunca al momento de la verdad. Él y los demás, pues este año el tío que se cuidaba de las rotaciones está de vacaciones.