Es el inicio de algo que ya tiene cara y ojos

Leo Messi inició la goleada

Es el inicio de algo que ya tiene cara y ojos / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

Por suerte, la locura del Barça no ultrapasa al terreno de juego. Los terremotos que tambalean las oficinas del club o a la masa social no llegan al césped. En la grada del Camp Nou hay movimientos de moción de censura o cánticos contra el presidente por los errores que se cometen en los despachos. Pero en el rectángulo hay paz y pausa, una calma que no altera ni la sola presencia del rival que más antipatía genera en el vestuario.

Ernesto Valverde no será el mejor comunicador del mundo, que no lo es, pero sabe como pocos que un equipo de fútbol no puede vivir al mismo pulso que al de la afición, al de la directiva o al de los medios de comunicación. Son mundos diferentes. A veces antagónicos.

El equipo es el corazón del club y es allí donde debe imponerse la calma y el sentido común para construir un proyecto nuevo. Para ello hay que edificar una barrera, a través de decisiones, que protejan al equipo. Y Valverde ha empezado con ello. Decisiones que parecen insignificantes pero que pueden ser el inicio de algo importante.

Ha dado algún paso como dejar a los dos fichajes más caros del verano en el banquillo porque hace demasiado poco de su presentación. Necesitan interpretar qué supone el Camp Nou y el Barça y nada mejor que hacerlo desde el banquillo pese a que todo el mundo los pide desde el minuto 1 en el campo.

Además, el técnico ha dado otros pasos de cuáles son las variantes que debe incorporar el equipo con respecto a otros entrenadores. El Barça empieza a ser algo. Todavía le queda un mundo pero empieza a tener cara y ojos. Y una estrella que lo ilumina todo. Esto no ha cambiado. La sola figura de Messi llena a todos porque es capaz de plantarse en un partido tras un vía crucis en Argentina y lograr un hat trick, y convertirse ya en el pichichi de la Liga y colocar al Barça como líder del campeonato. 

 Luego llegaría la guinda de Piqué y el descubrimiento de Dembélé. Messi es el inicio de todo y Valverde protege al equipo del ruido que no sea el que produce el balón. Empezar con una manita al Espanyol no está nada mal.

¿Y de Madrid que llega? Nada que no sean buenas noticias para el barcelonismo.

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