Hoy hay que dar la puntilla al Madrid

Suárez, Rakitic y Messi celebran uno de los tantos del Barça

Suárez, Rakitic y Messi celebran uno de los tantos del Barça / Valentí Enrich

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Un Valencia-Barça siempre es importante, pero el de esta noche lo es mucho más de lo que, en condiciones normales, sería habitual a estas alturas de la Liga. Hoy es un día para se demostrar quién es el líder y dar la puntilla al Madrid, que ayer fue un alma en pena en Vitoria y perdió ante el Alavés cuando más duele, en el último minuto, víctima de su impotencia y falta total de ideas y modelo futbolístico. Hoy no hay término medio, o el Barça mete al Madrid en la UVI o le salva porque seguiría empatado a mínimos o a un solo punto del conjunto azulgrana. Es decir, hoy nos jugamos una crisis merengue o una crisis compartida, aunque es evidente que los resultados de la Champions y las casi siete horas que lleva el conjunto de Lopetegui sin ver puerta, denuncian que la situación de los madridistas es mucho peor. No se le ve al Madrid capacidad de reacción, todo lo contrario que ya demostró el Barça ante el Tottenham.

No se le ven al Madrid argumentos para solucionar la marcha de Cristiano Ronaldo o la baja de Isco, todo lo contrario que al Barça, que en Wembley encontró un equipo y un sistema de garantías, con Arthur como nuevo elemento para seguir mandando con el modelo de fútbol que despliega como nadie en el mundo. no se puede fallar. Parece que el Barça se ha reencontrado y es seguro que el Madrid está más perdido que nunca, sin entrenador, sin líder, sin modelo. Pero todo eso hay que confirmarlo ganando al Valencia. Un rival difícil, complicado, evidentemente, pero es preferible jugar contra un adversario exigente que contra uno supuestamente modesto que invite a la relajación. Que nadie olvide que si se perdió en Butarque fue porque el Leganés corrió más que el Barça, así de claro. Hoy la competición vuelve a darle al Barcelona la oportunidad de dar un golpe de autoridad en la Liga y no se puede fallar. Hoy no hay excusas, el rival es exigente, como lo era el Tottenham el miércoles, y pocas cosas hay más motivantes que dejar al Madrid a tres puntos y en una crisis de caballo de consecuencias imprevisibles. Hoy queremos un Barça con la actitud de la Champions, lo demás sería una enorme frustración.