Es la hora de los referentes

Pau Gasol no marca goles pero tenerle cerca siempre ayuda. Huérfanos de alegrías, los barcelonistas se agarran a sus leyendas, a los y las que les han hecho felices con su profesionalidad y su amor al club. El regreso de ‘uno de los nuestros’ siempre suma. Y tener en tu ejército a un capitán general, también. Estoy convencida de que Gasol inyectará algo muy necesario en el Barça: orgullo de pertenencia y mensajes positivos. Lo necesitan todos. Los socios, los aficionados y los profesionales que se ganan las lentejas -de oro y de marca blanca- en este club que es una auténtica montaña rusa en un parque de atracciones construido en pleno desierto. Aquí no funciona -ni gusta- lo de agarrarse a un clavo ardiendo. Ni a la épica ni a los ausentes. Son los presentes los que tienen que dar la cara, salvar los muebles y conseguir que esta etapa de transición no sea un calvario. Koeman sí que marca goles y uno de ellos aún pone la ‘gallina de piel’ y nos recuerda a aquel Johan Cruyff saltando la valla que separaba el banquillo del campo. Referentes. Cuando la realidad es dura, por escribirlo fino, ayuda tener cerca a los que un día te hicieron grande. Gustará más o menos el Ronald entrenador.

A fin de cuentas, esa es la faceta que te hace ganar o perder. Pero me da la sensación de que, cuando la vacuna aún no te toca, es el que mejor gestiona la espera. Poco podemos reprocharle en el discurso y, me consta, es respetado y escuchado en el vestuario. Duro y cercano. Me cuentan que, a su manera y desde la jefatura, también reconoce sus errores. Y ahora demanda a los veteranos, a esas ‘vacas sagradas’ a las que, como él y como a Gasol, les ha tocado tirar del carro. No ha descubierto la rueda con eso: es lo que hay y lo que se necesita ahora. Koeman no le va a pedir a Pedri o a Mingueza que levanten la voz: se lo va a pedir a los Busquets, Messi, Piqué o Alba, que son arte y parte de este Barça. De lo mucho ganado y también de lo perdido. Es la hora de los referentes. Porque lo ganan, lo han ganado y porque lo valen. 

De China a Valdebebas

Cruce de miradas y de palabras ayer en la ciudad deportiva del Real Madrid entre Ramos y Florentino Pérez. Uno y otro siguen en sus trece aunque el entorno del capitán blanco ya empieza a deslizar que éste puede destensar algo la cuerda. Sin ofertas en firme y con la opinión pública cada vez más crítica con él, Sergio y sus circunstancias pierden enteros. Nadie olvida aquel largo y cálido verano en el que aseguró tener una oferta de un equipo chino... y hasta hoy. Ni estuvo ni se le esperó. Repetir estrategia no le ha funcionado.

Vinicius y su club de fans

El que estaba llamado al podio del Balón de Oro -siempre según el madridismo y sus altavoces- parece que va a quedarse en la platea. Vinicius sigue sin marcar ni la diferencia ni ante la portería. Pero el jugador ha declarado que “Florentino me dice que es mi mayor fan”. Servidora escucha esto y lo ve en el mercado de verano. Llámenme malpensada.