MI VERDAD

¡Gracias, Barcelona 92! Hace 20 años éramos más felices

Josep Maria Casanovas

LOS MEJORES JUEGOS DE LA HISTORIA. Hoy hace 20 años viví un día inolvidable, mágico, histórico. Lo cuento excepcionalmente en primera persona para poder expresar mejor mis sentimientos de una Ceremonia Inaugural que convirtió a Barcelona en la capital del mundo. Fui un auténtico privilegiado de poder vivir como periodista unos Juegos Olímpicos en mi ciudad como editor del primer diario deportivo de Catalunya, SPORT. Tuve también la fortuna de colaborar activamente en la organización de las ceremonias olímpicas y ser parte del equipo que devolvió a los barceloneses el orgullo de presumir de su ciudad. Hoy, 20 años después, con más canas, más experiencia y mas perspectiva, podemos decir alto y fuerte que aquellos fueron en su momento los mejores Juegos de la Historia gracias a Juan Antonio Samaranch. Como presidente del Comité Olímpico Internacional y como enamorado de su ciudad, fue el motor de arranque de una aventura extraordinaria y el gran artífice de que todas las fuerzas políticas remaran en la misma dirección con el Rey Juan Carlos como abanderado.

¡ÉRAMOS MÁS FELICES! 20 años después el recuerdo del memorable éxito de Barcelona 92 se agiganta para convertirse en un icono de nuestra vida. ¡Cuántos bellos recuerdos! ¡Cuántas emociones! ¡Cuántos nervios! Si entonces tuvimos claro que vivíamos un momento irrepetible, hoy tenemos la triste sensación de que aquel tiempo pasado fue mejor. No había crisis, no existía la prima de riesgo, no sufríamos la lacra del paro, no había riesgo de que nos intervinieran. Todo lo contrario, en la calle los Juegos crearon un ambiente de ilusión y confianza extraordinario, los voluntarios olímpicos emergieron como una `raza¿ capaz de convertir los sueños en realidad. Hay que confesarlo con nostalgia y sinceridad, ¡éramos más felices! Barcelona se transformó en una ciudad moderna y cosmopolita que siempre estará agradecida y en deuda con el legado que dejaron los aros olímpicos. Nuestros atletas cosecharon el mayor número de medallas jamás ganado por el deporte español. España dejo de ser un país de pandereta, toros y siesta, Barcelona se ganó un lugar destacado en el mapa mundial.

LA GENERACIÓN DEL 92. Los grandes recuerdos están para revivirlos, pero la difícil situación económica que atravesamos no aconseja grandes fastos ni gastos superfluos. Pero ello no será obstáculo para algunos de los que vivimos aquellos Juegos como un evento que marcó nuestra vida, volvamos a correr hoy por las calles de Barcelona con la antorcha del 92 encendida. El alcalde olímpico, Pasqual Maragall, encenderá el fuego de la ilusión en el Ayuntamiento y pasará la antorcha a Epi, que será el primer relevista de los 38 que revivirán el espíritu olímpico del 92. Allí estaremos 20 años después, convencidos de que recordar las buenas cosas es un ejercicio físico inmejorable para nuestra vieja memoria. La generación de Barcelona 92, como decía al principio, somos unos afortunados porque pocas personas en el mundo tienen la suerte de haber podido vivir en su propia ciudad unos Juegos Olímpicos y encima haber colaborado en su éxito. ¡Gracias, Barcelona 92! Muchas gracias por haberlo vivido y poder seguir contándolo.