El fútbol sin público no es fútbol

Kondogbia, con el balón en los pies ante Ilicic en un Mestalla vacío.

Kondogbia, con el balón en los pies ante Ilicic en un Mestalla vacío. / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

En estas circunstancias en las que está declarada una pandemia por el coronavirus, el fútbol tiene que tomar medidas para proteger a los protagonistas y los espectadores. Pero como hombre de fútbol creo que estas medidas de jugar transitoriamente sin público pertenecen al orden más de los negocios. Ningún equipo merece jugar sin público, de hecho  es un recurso que se utiliza para penalizar en casos extremos a un equipo competidor porque no existe el fútbol  sin la relación con el público en el escenario de la competencia. 

Es tristísimo ver los estadios vacíos aun en las transmisiones deportivas. Es como si un cantante como Frank Sinatra cantara en un teatro sin gente y completamente a solas en el escenario. 

El futbolista juega para el público y los estadios son un lugar de emociones que son generadas por el arte de los protagonistas en el campo de juego y con la gente en las tribunas. Por eso es tan importante que en estas circunstancias se produzca un debate serio entre FIFA, UEFA, las federaciones, los clubes y los científicos

En este sentido estoy con Jurgen Klopp: ni él, ni ninguno de los que formamos parte del fútbol somos científicos ni médicos, por eso no podemos opinar qué es lo mejor para todos. No me parece ni siquiera prudente opinar en una situación con tanto riesgo. Nosotros somos entrenadores. No tenemos los conocimientos y cualquiera de nuestras opiniones puede generar confusión. 

Lo que sí podemos decir es que no hay nada más intrascendente que un partido de fútbol sin público, como lo dijo Pep Guardiola. La presencia de la gente, el periodismo en los estadios y todos los que hacen posible el espectáculo es fundamental. ¿Qué significa para el fútbol que equipos de la talla  del Barcelona, Real Madrid o cualquier otro jueguen sin gente?.

Debe determinar con claridad cuáles son los riesgos para poder evitarlos. Si no se puede concentrar gente en un estadio, ¿por qué puede jugarse un partido con veintidós jugadores, más staff técnicos, más toda la gente que hace posible la organización de un partido? Hemos visto en Italia equipos saliendo a la cancha con barbijos… ¿Es realmente la solución? ¿Se evita de esa forma la posibilidad del contagio de la enfermedad?. 

Insisto en esto: el fútbol sin gente no es fútbol. Entrené toda mi vida para los jugadores y el público, es lo que nos hace feliz a los entrenadores. Si los protagonistas no tienen el día de partido esa relación con el público el partido carece de sentido. No se puede jugar para cumplir un reglamento o una fecha de campeonato o grandes eventos sin público en las gradas porque no existe el fútbol sin gente. 

No estoy diciendo que hay que suspender los partidos. Pero me parece que son determinaciones intermedias que requieren de un debate profundo. Si un médico en Italia dice que por precaución no se puede jugar al fútbol porque existe riesgo de contagio hay que hablar con los especialistas y determinarlo con total claridad para no poner en riesgo la vida de nadie. La situación es compleja, alarmante.  Y ni siquiera tengo muy claro porque si la recomendación es evitar las concentraciones de gente, existe la excepción para los futbolistas y todos aquellos que trabajan en los partidos para que se jueguen a puertas cerradas

Sería un horror ver por ejemplo un Liverpool frente al Atlético de Madrid sin gente. Me parece muy aburrido. La frialdad que produciría nos haría dudar entre ver el partido o comernos una pizza.

Si los riesgos son tan grandes, ¿quién protege a los jugadores y a los staff técnicos y la gente que trabaja para hacer posible el espectáculo en los estadios?.  Por más que no haya público, dentro de un estadio, para organizar un partido participa un montón de gente. No están solo los once jugadores de cada equipo. 

Abrimos desde esta página el debate. No tengo conocimientos científicos ni soy médico. Pero no veo la necesidad de jugar los partidos ni con barbijos ni sin público. Jugar así pertenece a otro orden. 

Y pongo un ejemplo para magnificarlo: ¿qué hubiese sido del gol de Maradona a los ingleses sin público? No me parece prudente que se jueguen los partidos aún sin público, sino pueden establecerse los riesgos de lo que representa, que es materia para los especialistas. 

Quiero plantear esto porque las obligaciones no son solo cumplir los reglamentos, si jugamos para cumplir un calendario o un sorteo, hay que jugar cuando se deba y en las mejores condiciones. Estas decisiones en el marco de una pandemia son decisiones intermedias y poco claras.