El flojo primer tiempo pasó factura

Mingueza recortó distancias en el Clásico

Mingueza tiene una cláusula de 100 millones / AFP

Pichi Alonso

Pichi Alonso

 El Barça salió con la lección bien aprendida y pobló el centro del campo en busca del control del partido. Planteamiento de lo más lógico que se fue al traste con el tempranero gol de Benzema. Un auténtico mazazo para los azulgrana y todo un soplo de aire fresco que dejaba el partido tal y como querían los de Zidane: bien replegados atrás y esperando para salir a la contra aprovechando la velocidad de sus futbolistas. El gran problema que al final acabaría costando la derrota fueron los numerosos errores a la hora de ajustar los marcajes tras las pérdidas. La desorganización defensiva en esta fase fue una constante y permitió al Madrid castigar de forma reiterada las pérdidas azulgranas. Además, el infortunio se sumó a la causa y el equipo encajó un segundo gol de una forma poco habitual.

REACCIÓN INSUFICIENTE

Lo más positivo del equipo fue su capacidad para salir absolutamente mentalizado en busca de una remontada épica. Y lo cierto es que este Barça siempre tuvo fe en salir con algo positivo de Valdebebas. De entrada, se ajustar las marcas y la línea defensiva dejó de ser una fuente de problemas. La mejora tácticamente se tradujo en más y mejores ocasiones de peligro. Fruto del tesón y de la fe de la plantilla llegó el gol de Mingueza en situación poco menos que acrobática. No fue suficiente par evitar la derrota y el liderato ocasional de LaLiga Santander, pero al menos queda el consuelo que el equipo, con mejor o peor fútbol, llega en condiciones de pelear por todo en esta recta final del campeonato. Anoche se pagaron muy caros los errores del primer tiempo, pero este campeonato aún está muy vivo.