Esta es la cruda realidad del Barça

Si alguien creía que el Barça Lassa había resucitado tras pasar de cuartos estaba muy equivocado. Se consumó el desastre esperado, pero es que esta es la cruda realidad del equipo blaugrana. Las semifinales supusieron otro baño de realismo. Y ya van unos cuantos. Los hombres de Georgios Bartzokas solo aguantaron el tipo en la primera parte para luego desmoronarse en un tercer cuarto horrible, que fue el fiel reflejo de las carencias de un equipo que al mínimo obstáculo se hunde anímicamente. Solo Ante Tomic salvó el honor, pero se quedó demasiado solo. Rice no dio la talla. Menos aún un Claver que no justifica el desembolso que se hizo por su fichaje. Nadie más tiró del carro ni cogió el liderazgo, y tampoco Bartzokas supo cambiar el signo de la caída libre de su equipo en la segunda parte ante un Valencia que a la que apretó atrás y le entraron los triples acabó con la resistencia blaugrana.

Ya dijimos que esta Copa del Rey sería un punto de inflexión para el Barça, para lo bueno y para lo malo. La resurrección de la que algunos hablaron en cuartos apenas duró 24 horas. Un espejismo. El Valencia devolvió a su triste realidad a un equipo azulgrana que, casi sin opciones en la Euroliga, y tras haber dicho adiós a la Copa solo le queda la Liga Endesa. La temporada se puede hacer muy larga.

¿Continuará Bartzokas hasta final de curso? Esa es la pregunta que se deben estar haciendo muchos. La directiva dijo que se le apoyaba al cien por cien. Si es cierto que esta es una temporada de transición, por no llamarla perdida, más vale que se empiece a pensar ya en una planificación más inteligente para la próxima campaña. Porque cometer los errores de los últimos años sería inadmisible. Hay que aprender la lección de una vez para evitar más fracasos y salir de esta larga sequía de títulos. Aunque duela, que tomen nota de lo que hizo en su día el Real Madrid. Ellos están en la final.