La derrota más inoportuna del Barça

Lewandowski, rodeado de rivales del Almería

Robert Lewandowski se lesionó ante el Almería y ya está de vuelta / Javi Ferrándiz

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça le regala vida al Madrid. El equipo blaugrana tenía una extraordinaria oportunidad de dejar sentenciada la Liga tras el tropiezo del Madrid ante el Atlético en el derbi del Bernabéu. Si ganaba al Almería, un conjunto que lucha por evitar el descenso, se ponía con 10 puntos de ventaja y daba un golpe casi definitivo al campeonato. Pero llegó la derrota (la segunda de la temporada) más inesperada en el momento más inoportuno. Y al final, el empate de los blancos sirve para reducir un poco la diferencia con el conjunto de Xavi.

Lo que podía haber sido una jornada perfecta para el Barça en su carrera hacia el título acabó siendo un desastre que no pone en peligro el campeonato pero que supone un varapalo moral que se suma a la decepción por la triste eliminación de la Europa League. Dos batacazos con solo tres días de diferencia que pondrán a prueba la fuerza de un Barça en construcción. Todo nuevo proyecto tiene momentos de fragilidad que marcan su trayectoria. Ha llegado este punto de inflexión para los blaugranas. La derrota en Almería puede hundirles o puede significar un impulso. El próximo jueves, en el primer capítulo de la trilogía de clásicos (Copa y Liga) contra el Madrid lo comprobaremos.

El partido se le puso muy cuesta arriba al Barça cuando El Bilal adelantó a los locales en el marcador en el minuto 24. El Almería jamás había ganado a los blaugranas en sus 15 enfrentamientos anteriores (13 derrotas y 2 empates) y parecía dispuesto a lograr un triunfo histórico en el momento más inoportuno para el equipo de Xavi. El Barça saltó al campo espeso, sin ideas, arrastrando la bruma mental de la eliminación en la Europa League. Y esa falta de intensidad y de precisión le pasó factura ante un Almería que se estaba jugando la vida. No tuvo ni una oportunidad clara de gol el conjunto culé en la primera parte y se fue al descanso con la sensación de que le iba a ser muy difícil remontar el encuentro en el segundo periodo. Y así fue.

Ni los múltiples cambios (de jugadores y de sistema) ordenados por Xavi sirvieron para superar la eficaz telaraña defensiva ideada por Rubi. El Barça fue incapaz de marcar y dejó escapar tres puntos que antes del encuentro todos los culés daban por descontados. Y una conclusión dolorosa: ¡cuánto echa de menos el equipo blaugrana el talento de Pedri! Desde la lesión del tinerfeño, el Barça ha perdido gran parte de su magia.