Dembélé y el ejemplo de Adama

Dembélé, objetivo del Manchester United

Dembélé, objetivo del Manchester United / Javi Ferrandiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Nos habíamos hecho ilusiones con eso de los entrenamientos voluntarios de Dembélé y resulta que no, que no eran voluntarios, que eran deberes que le había puesto Koeman para que recuperara el tiempo que llevaba perdido con respecto a sus compañeros. O sea, que si Dembélé no juega es porque no ha alcanzado el estado de forma que ya debería tener a estas alturas de la temporada. Con Dembélé llueve sobre mojado. Tiene unas condiciones fastásticas pero vamos de desilusión en desilusión.

Lesiones, ciertas faltas de disciplina, algunos pecados de juventud... siempre dándole vueltas a lo mismo. Miren, muchos de los problemas musculares tienen su causa en el entrenamiento insuficiente. Y les confesaré que con la llegada de Koeman y su sistema de trabajo, más exigente que los de Valverde y Setién, albergué muchas esperanzas de que Ousmane recuperaría su mejor forma y tendría menos riesgos de lesiones. Pero no, tampoco: le han tenido que poner deberes porque no progresa adecuadamente.

MÁS TRABAJO. La cuestión es que Dembéle va perdiendo constantemente trenes que le podrían llevar a la recuperación. En pocos días salen varios de la estación del Camp Nou, con las rotaciones que se avecinan, y él tendría que estar en el primer lugar de la lista, levantando la mano para jugar. Getafe y Ferencvaros son partidos para él y debería afrontarlos con la ambición y el objetivo de presentar candidatura para los platos fuertes del Madrid y Juventus que vienen después. Pero para ello, claro, Koeman ha de verle en condiciones.

Su problema solo tiene una solución: trabajar, trabajar y trabajar. Se me ocurre que podría llamar a Adama para que le explicase cómo se ha convertido en uno de los extremos con más futuro del fútbol europeo. Está claro que detrás de la musculatura y potencia de Traoré hay mucho trabajo y sacrificio. Ha logrado potenciar al máximo sus cualidades físicas, sobre todo la velocidad, el mismo don que adorna a Dembélé, con entrenamientos específicos, dietas especiales y disciplina al máximo nivel profesional. Su cuerpo y estado de forma son la clave. Que tome nota Dembélé, igual es su tabla de salvación.