D10S también tiene noches malas...

Messi no pudo marcar en esta ocasión ni de penalti

Messi no pudo marcar en esta ocasión ni de penalti / VALENTÍ ENRICH

Lluís Mascaró

Valverde, como hizo en Balaídos, aprovechó la Copa para hacer rotaciones. En la ida de los octavos de final ante el Celta puso hasta siete suplentes en la alineación titular. Al final del encuentro un 1-1 bueno para la vuelta. Este miércoles, en el campo del Espanyol, hizo tres cuartos de lo mismo: cinco no habituales (entre ellos el jugador del B Aleñá). El objetivo era el mismo: rotaciones para sentenciar en el Camp Nou.

El plan no le salió bien en esta ocasión. El resultado (además de romper la racha de 29 partidos invictos contando Liga, Champions y Copa) obliga a remontar en casa ante un rival crecido. Es posible. Por supuesto. Más que factible. Claro. Este Barça es mucho Barça. Y más en el Camp Nou. Pero la derrota no estaba prevista. No entraba en los planes. Y eso le da un sabor amargo a este primer sorbo de la Copa ante el Espanyol.

Messi se encontró demasiado solo en ataque y lo intentó todo... sin fortuna

Tantos cambios perjudicaron mucho el juego del equipo. Sobre todo en ataque, donde ni Aleix Vidal ni Denis Suárez estuvieron a la altura. Messi, sin Luis Suárez, estuvo demasiado solo. Y aunque lo intentó todo, no le salió nada. Ni siquiera fue capaz de marcar de penalti. D10S también tiene noches malas... Pocas. Muy pocas. Pero las tiene. Y eso, naturalmente, el Barça lo nota. Mucho. Demasiado.

Pero más allá de Messi, fue el conjunto del equipo el que se tomó el partido pensando más en la vuelta que en la ida. Sabiendo que son inexpugnables en el Camp Nou, los blaugranas forzaron lo mínimo para conseguir un resultado aceptable, pero acabaron pagando muy cara su falta de ambición. Una pena. 

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