El crack que nunca se debió fichar

La sorprendente colaboración entre Griezmann y Yu-Gi-Oh: el francés es un gran fan de la saga

La sorprendente colaboración entre Griezmann y Yu-Gi-Oh: el francés es un gran fan de la saga / Google

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Ahora ya es un clamor. Hay que deshacerse de Griezmann como sea, ya es una cuestión de vida y muerte, pues en ello va nada más y nada menos que la continuidad de Messi en el Barça. Ahora ya no caben interpretaciones, que si acabará adaptándose a la banda, que si cuando coja confianza volverá a ser el que era... ahora es una cuestión de dinero y de matemáticas y resulta que restar su salario de cuarenta millones para cuadrar el límite salarial es el camino más directo para la renovación de Messi. Así que Griezmann sobra y se malvenderá/regalará y se perderá muchísimo dinero. Y aún así, el Barça está en sus manos. Si Griezmann no se quiere ir, que no se irá, si nadie le garantiza los 120 millones de los tres años años que aún le quedan de contrato, tendremos un problema, un problemón, así de gordo. Así que igual hay que cederle pagando la mitad de su ficha... Veremos cómo se arregla el entuerto del crack que nunca debió fichar por el Barça. 

INCOMPRENSIBLE. Vaya por delante que decirlo ahora, cuando hemos visto cómo acaba el cuento, es muy fácil. Personalmente, reconozco que estaba a favor de su fichaje en 2018, cuando costaba 100 millones y aún no había desairado al Barça y a los barcelonistas. Pero desde el mismo instante en el que vio la luz aquel maldito documental, para más inri grabado por la productora de Piqué, en el que dejaba bien claro que decía no al Barça para no estar a la sombra de Messi y seguir siendo el número uno en el Atlético, su fichaje pasó a ser una cuestión de dignidad. Más allá de las dudas por su adaptación al sistema táctico, que las había, Griezmann se descalificó él solito. Todavía hoy no entiendo porqué un año después se pagaron veinte millones más, a los que habría que añadir los 15 de la coña aquella de los derechos de tanteo de los que nunca más se supo, por un jugador que molestaba a Messi en el campo y a todos en el vestuario. No lo entiendo... a no ser que piense mal. Dos años han bastado para confirmar que Griezmann fue un fichaje maldito, que empezó mal y acabará peor. Se equivocaron los técnicos y Bartomeu elevó el caso a la categoría de escándalo con las cifras que firmó. Ahora no queda más que perder un pastizal... y eso, con suerte.