Coutinho tiene que ganárselo

Hay alineaciones que no mienten. La del último partido de Liga contra el Getafe, por ejemplo. Allí Valverde sacó el once titular con la única excepción de Busquets, aquejado durante la semana de una gastroenteriritis, pero ni así, con un hueco más en el centro del campo, entró Coutinho en el equipo. No era descabellado pensar en el fichaje más caro de la historia del club para ocupar la plaza de Rakitic, que a su vez pasaba a ocupar la de Busquets en el medio centro. Pero, no, Valverde se decidió por Arthur. El otro puesto ya se lo ha ganado Arturo Vidal, así que Coutinho empezó de nuevo en el banquillo y no salió de ahí hasta el minuto 82. Último cambio, jugador número catorce, las matemáticas no fallan. 

más claro, agua

Decidirse por Arthur en lugar de Coutinho no es una cuestión menor. En primer lugar, es valiente, pues no es lo mismo sacar del once a un tío que te ha costado ciento sesenta millones que a uno de cuarenta. Pero es más significativo el concepto: con Arthur vas a tope con la esencia del modelo de toque y control, como en los buenos tiempos de Xavi. Valverde parece haberse convencido de que es lo mejor para el equipo y Coutinho no se lo da, así que deberá esperar. Ahora tendrá sitio con las rotaciones coperas y puede que hoy contra el Eibar, si descansa, por ejemplo, Arturo Vidal, pero eso no le dará la vitola de titular. Para ser titular indiscutible en el Barça deberá dar mucho más de lo que da, control y ayudas defensivas en el centro del campo o más desborde si le ponen de delantero. Mientras tanto, Arthur y Dembélé, le han tomado la delantera. Ya lo dijo Valverde después del partido de Copa contra el Levante. “Cuando no jugaba Dembélé me preguntabais por Dembélé y ahora que no juega Coutinho solo me preguntáis por Coutinho. Nosotros intentamos ayudar a todos, pero son ellos los que tienen que luchar”. Más claro, agua: Dembélé, como Arthur y Vidal, se lo ha ganado y Coutinho, no. Por no decir que Coutinho se lo ha perdido, que sería peor.