La contratación de un '9' no resolverá las urgencias del Barça

Ansu Fati

Ansu Fati / EFE

César L. Menotti

César L. Menotti

La contratación de un ‘9’ para sustituir a Luis Suárez es una solución transitoria en este tramo de la temporada que no resolverá todos los problemas del Barça. Se echaba en falta un delantero centro que fuera la alternativa al uruguayo aunque se suponía que Antoine Griezman podría tener esa función. 

Buscar un ‘9’ a estas alturas merece un análisis más profundo de la directiva con el nuevo entrenador porque el que llegue deberá tener la responsabilidad de asumir el rol de Suárez y además adaptarse al fútbol y a las obligaciones del equipo culé en tiempo récord. Pero además asumir que cuando regrese Suárez su lugar será secundario. No es un reto para cualquier jugador y los muy buenos son aquellos jugadores que en estas instancias no van a ser vendidos por sus equipos.

Griezmann no se sabe aún a qué juega, no encontró todavía su sitio. En el Atlético fue un goleador que jugaba de punta y se habituó a la estrategia de jugar de contragolpe. Pero en el Barcelona sus rivales se paran todos atrás, juega sin espacio y aún no se consolidó la asociación con Messi y los mediocampistas.

Hay una realidad que la contracción de un delantero centro no puede disimular: el Barcelona es un equipo que no encuentra el rumbo. Tiene jugadores para ser grande y los malos resultados de los últimos partidos ameritan un trabajo específico para que los jugadores recompongan la confianza. Si se busca un jugador mágico que recomponga todas las debilidades del equipo los dirigentes no lo van a encontrar en el mercado. 

A la diligencia le está faltando serenidad. No se puede dramatizar todo por el resultado de tres partidos y tomar decisiones drásticas. Empezando por el despido de Ernesto Valverde. Si a eso se suman los lesionados, la baja de rendimiento de algunos jugadores  y que el equipo no juega bien no podríamos decir que los problemas del equipo blaugrana se solucionan con salir corriendo a comprar un delantero cuando el equipo perdió el liderato de la Liga.  

El equipo se supone que tiene los futbolistas que eligió Valverde, muchos y buenos jugadores. Y con los cuales debe trabajar Setién. Hay un solo jugador que le resuelve siempre los problemas al Barça que es Messi. Ante estas circunstancias en las que las dudas merman la confianza, hay que tener las ideas muy claras y el entrenador debe fortificarlas en los entrenamientos. Griezmann costó una fortuna y es un goleador aunque sea el suplente de Suárez.  

Setién tiene que recomponer la confianza de sus jugadores en sí mismos y en el sistema de juego. Por ejemplo debe decidir que jugadores ocuparán los lugares en cada una de las fases de juego. Ensayar en los entrenamientos y garantizarle a los titulares la seguridad que necesitan para rendir en el equipo.

Luego los partidos no se ensayan, son como una obra de teatro: practicas toda la semana, pero la única verdad es qué sucede cuando abres el telón del escenario y sales a escena a interpretar tu papel. Nada bueno puede surgir de la desesperación por tapar agujeros. ¿Hay muchos mejores delanteros de los que tiene ahora mismo el Barça? No hay jugadores en este mercado como Griezmann o Luis Suárez

Hay que recomponer el equipo cuanto antes y en junio hacer un balance profundo. No nos engañemos: el equipo no juega bien desde el inicio de la temporada y no se puede pretender tampoco que Setién lo resuelva en tres partidos. La incertidumbre que produce un cambio de entrenador más las posibles salidas y llegadas tampoco ayudan a la búsqueda de estabilidad del equipo.

Si recupera el orden vuelve a ser candidato. Y esa es la tarea del entrenador con la colaboración de los jugadores. Sería saludable también que el club acompañe brindando tranquilidad y estabilidad.