¡No comparen a Ronaldo con Messi!

Cristiano lloró de impotencia con su expulsión

Cristiano lloró de impotencia con su expulsión / EFE

Toni Frieros

Toni Frieros

Las patéticas imágenes de Cristiano Ronaldo llorando y, a su entender, clamando justicia por la tarjeta roja que le mostraron en el Valencia-Juventus, pone de manifiesto dos cosas muy importantes.

La primera: está tan acostumbrado el portugués a tener derecho de pernada, después de haber agredido a tantos rivales sin castigo alguno, que cuando le han pillado con las manos en la masa, aunque fuera levemente, cree que el mundo le persigue. No tiene solución. No sabe perder.

Y la segunda: su comportamiento deportivo, ¡por favor!, no admite comparación alguna con Leo Messi. A Cristiano le han expulsado ya once veces como profesional, que deberían haber sido muchas más porque, con la camiseta del Real Madrid, le perdonaron  alguna de forma vergonzosa e inexplicable. ¿Cuántas veces han echado de un campo de fútbol a Messi?

En la Liga española, nunca. Y eso que lleva ya catorce años al máximo nivel competitivo. Su único lunar lo tuvo en el debut con la selección argentina por sacarse de encima de forma casi instintiva a un rival que le estaba agarrando. Probablemente no haya en el mundo un futbolista que sufra tantas faltas reiteradas y patadas como Messi y las acepte con tanta resignación. Incluso en esa faceta, es un futbolista de comportamiento ejemplar, porque no suele protestar. Y si lo hace, es porque está cargado de razones.

Se pueden contar con los dedos de las manos las veces que Messi ha tenido que descansar por acumulación de tarjetas amarillas. Es verdad que Cristiano también sufre muchas entradas duras, pero el comportamiento de uno y de otro en el terreno de juego es el mismo que la diferencia de calidad que les separa. Uno es el mejor futbolista de todos los tiempos. El otro es un grandísimo goleador.