¿Cómo lo ves, 2020?

El FC Barcelona retoma este domingo el trabajo para preparar el derbi contra el Espanyol

El FC Barcelona retoma este domingo el trabajo para preparar el derbi contra el Espanyol / sport

Carme Barceló

Carme Barceló

2020. Parece que nos está mirando, ¿no? Con esos ceros que parecen ojos y nos escudriñan sin disimulo. Para ser el primer artículo del año, empezamos fuerte. Igual es una señal de lo que nos espera a los y las que nos encontramos cada semana en esta columna. Es imposible no empezar uno nuevo y no caer en la trampa de mirar atrás o hacia adelante. Yo creo que los doses y los ceros me empujan al más allá y menos al más acá. Y es inevitable que en este 2 de enero de 2020 mi mirada se pose en el Barça que viene y no en el que se va. 

De entrada, empezamos el baile con un derbi en Cornellà en el que bajo los palos es muy improbable que esté uno de los pilares del equipo de Valverde. Si ya asusta pensar que Messi pueda pillar un virus estomacal o un constipado, contagiado por alguno de sus tres hijos -los que tenemos sabemos de lo que hablamos-, empezar el año con Ter Stegen de baja médica no tranquiliza. Bienvenido, Ben. La paternal se vive con alegría y satisfacción. La otra, casi aterroriza. 

Nos hemos comido las uvas con un rival a la vista que lleva dos entrenadores que no se han comido los turrones. Abelardo aterriza en el vestuario del Espanyol con el único propósito a cortísimo plazo de resucitar y reanimar a la tropa. A los blanquiazules no les consuela la baja del portero titular del Barça, ni la cesión de Aleñá, ni la ausencia de Arthur, ni la denuncia de Arturo Vidal, ni la resaca de los votos de Luis Suárez, con Messi, Alba y Busquets en la lista de invitados. Su 2020 se escribe hoy. O, como mucho, pasado mañana. Su ‘carpe diem’ es angustioso.

¿Y el Barça? Líder de la Liga y con los primeros deberes hechos en la Champions, esos dos ojos del nuevo año miran al juego y al entrenador. Valverde puede cerrar su etapa blaugrana en este su tercer año y con un desgaste físico y emocional evidente. El nivel de exigencia es cada día más alto y la igualdad y la desigualdad cada vez mayores. Esto ya no es lo que era. Ni siquiera los derbis. Si las miradas matasen, 2020, ya tendrías más de una víctima.