Del 'caso Negreira' al 'caso Villarejo'

La excomisario ha denunciado las ayudas arbitrales que ha recibido el Madrid de Florentino

La caverna mediática madrileña ha silenciado el escándalo por el poder del presidente blanco

Florentino Pérez y Joan Laporta, en un encuentro en Madrid

Florentino Pérez y Joan Laporta, en un encuentro en Madrid / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El ‘caso Negreira’, amplificado hasta el ridículo por algunos medios de comunicación madrileños y madridistas, ha encontrado la réplica en el siniestro excomisario Villarejo. Este protagonista de las cloacas del Estado vale más por lo que calla que por lo que explica. Y cada vez que rebela algún secreto, tiembla la tierra. Como ha sucedido ahora con la supuesta compra de árbitros por parte del Madrid. Villarejo acusó al club blanco y a su presidente, Florentino Pérez, de sobornar a colegiados, igualando de alguna forma el proceder irregular del Madrid con el del Barça. Un ataque durísimo contra la imagen de un Florentino al que Villarejo calificó de “intocable”.

Yo no sé si el excomisario dice o no la verdad. De un personaje de su calaña se puede esperar absolutamente de todo. Su credibilidad hay que ponerla en entredicho. Se ha inventado tantos informes falsos y ha creado tantas ‘guerras sucias’ que la veracidad de sus afirmaciones es más que cuestionable. Pero en este caso, siembra la sombra de la duda. Y alimenta la leyenda de que los árbitros, históricamente, han ayudado siempre al Madrid. Lo cual favorece los argumentos de quienes sostienen que los pagos del Barça a Enríquez Negreira solo eran una forma (un poco tosca, sin duda) de intentar contrarrestar el poder del club blanco en las instituciones deportivas y no deportivas de este país. 

EL PODER DE FLORENTINO

El problema es que todas estas informaciones y filtraciones interesadas solo sirven para ensombrecer la imagen del fútbol español, que está quedando enterrado en toneladas de basura. Da la sensación de que todos tienen muertos en el armario. Tanto el Barça como el Madrid. Aunque la repercusión mediática de las acusaciones de Villarejo ha sido, curiosamente, mucho menor que la del ‘caso Negreira’, que colea y seguirá coleando. Y no por la controvertida (por decirlo suavemente) trayectoria del excomisario, sino porque los señalados en esta ocasión no son Rosell, Bartomeu o Laporta, sino el mismísimo Florentino Pérez.

La caverna madridista y madrileña se ha encargado de silenciar el escándalo y nadie ha pedido comisiones de investigación ni ha amenazado con demandas. El poder del presidente blanco es tan grande que nadie se atreve a escarbar en la porquería del Madrid. Ya lo dice Villarejo. Y también Tebas. Y muchos otros. Florentino es intocable...