El Barça de Xavi ya gana por sistema

Raphinha celebró por todo lo alto su gol en el Villamarín

Raphinha celebró por todo lo alto su gol en el Villamarín / EFE

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Gran triunfo del Barça en un campo dificilísimo que le dispara en el liderato de la Liga a ocho puntos del Madrid, que esta noche deberá sacar adelante su partido contra el Valencia para llegar a la mitad de la Liga "solo" cinco puntos por detrás de los azulgrana.

Una victoria, por otra parte, que redondea una primera vuelta casi impecable con un registro descomunal de 50 puntos. Dieciséis victorias sobre diecinueve partidos, con dos empates en casa y una única derrota en el Bernabéu. Números de campeón, sin duda. De momento, de invierno. Pero a este paso, el verano llegará muy pronto... Ante el Betis, la victoria se cimentó, de nuevo, en la solidez del equipo y el buen momento de muchos de sus jugadores. A nivel individual, hay que destacar la anticipación de Araujo, la colocación de Crhistensen, el partidazo de Balde, el trabajo de Gavi, la inspiración de Pedri, la movilidad de Raphinha y el remate de Lewandowski.

MÁXIMA CONCENTRACIÓN

Lo mejor de este Barça es que se ha acostumbrado a ganar por sistema. Por el sistema de juego y por las características que imprime a su fútbol. Ayer hay que añadir la concentración. De hecho, el gol que abrió el marcador fue una acción de picardía en la que De Jong sacó rápido una falta con el Betis aún descolocado, lo que permitió a Balde dar una gran asistencia a Raphinha. Lo dicho, máxima concentración que esta vez se mantuvo, para matar el partido con un segundo tanto y evitar sufrimientos recientes. Fue Lewandowski, el matador habitual, el que puso el 0-2 y evitó el drama que hubiera representado el autogol de Koundé al final. El otro sistema, el táctico, siguió la línea de los últimos partidos, con cuatro centrocampistas. Decisión importante, pues hace solo tres semanas, en el enfrentamiento con el mismo Betis en la semifinal de la Supercopa, el Barça jugó con el tridente Raphinha, Lewandowski y Dembélé y no pudo controlar las embestidas verdiblancas. Lección aprendida, tres puntos de oro puro y asimilación de la evolución hacia un sistema que da triunfos y que, como ayer, los da jugando bien.