Un Barça de titanio

Ter Stegen celebra el gol de Kessie contra el Madrid

Ter Stegen celebra el gol de Kessie contra el Madrid / David Ramírez

Rubén Uría

Rubén Uría

Gavi se echó el Barça a la espalda. Y contagiado por el espíritu del acorazado de bolsillo, el resto del equipo liquidó un partido que siempre tuvo bajo control. Todo fueron buenas noticias para un Barça que acaricia el título de Liga y que mantiene unos números de impresión en lo más alto de la clasificación. Las jornadas pasan, pero el equipo de Xavi no levanta el pie del acelerador.

Con Gavi como motor de inyección y al mando de las operaciones, aparecieron otros actores secundarios. Lewandowski, tan peleón como afortunado, se reencontró con el gol y firmó doblete; Eric Garcia, sobresaliente como mediocentro, demostró ser un recurso útil; Ferran se apuntó el ‘copyright’ de un tanto maravilloso; Alba, como siempre, volvió a sumar para el equipo dejando el pabellón alto; Araujo, si no es el mejor central del mundo, está muy cerca; y a ese festín azulgrana, se sumó Ansu. Salió ileso de una semana difícil, rebajó la espuma del debate que hizo público su padre y anotó un gol liberador.

El club, que fue, es y seguirá siendo muy paciente con Fati, confía en que vuelva a ser el de antes. El barcelonismo, también. Faltan tres meses para el final de curso y el futuro no está escrito. Lo que sí parece escrito, salvo hecatombe inesperada, es que el Barça será campeón. Sus números, incontestables, destilan un dominio aplastante del campeonato. El Barça tiene 71 puntos, solo ha perdido dos partidos y, si mantiene esta velocidad de crucero, podría superar el umbral de los 100 puntos.

¿Cómo es posible que un equipo que no dio la talla en Europa y que todavía está en construcción haya gobernado esta Liga con tanta autoridad? La respuesta es obvia. Su defensa. Un muro. Una caja fuerte acorazada. Koundé, Araujo, Christensen, Alonso, Alba y Balde están siendo impenetrables. En toda la Liga, el Barça solo ha encajado 9 goles y ha logrado 20 porterías a cero en 27 partidos. El dato es una salvajada. Supera los números de aquel mítico ‘SuperDepor’ de Irureta. Y también los de la mejor versión del Atleti de Simeone, que llegó a ser la mejor defensa de Europa. Si los equipos modernos se arman de atrás hacia adelante, Xavi ha conseguido que la portería de Ter Stegen sea un búnker. Solo nueve goles encajados. Y apenas dos en el Camp Nou. Fácil de decir, casi imposible de hacer.

No existen precedentes en la historia de la Liga. Aunque el éxito tenga muchos padres, si esta Liga acaba siendo del Barça, será por su defensa. Más allá de los cánones estéticos y el catón de los virtuosos, defender bien es jugar bien. Y defender bien, permite atacar mejor. Este Barça parece de titanio. Los números no engañan. Y son incontestables. Sí, este es el Barça que mejor defiende de la historia.