Un Barça mediocre tira la temporada

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Bueno, pues se acabó lo que se daba. Otra humillación europea, esta vez en el Camp Nou y sin ninguna excusa a la que poder agarrarse. Al contrario, sin Neymar ni Di María, el PSG fue muy superior al Barça y no es la primera vez que un rival fuerte, sólido, equilibrado y con figuras arrasa en el Camp Nou.

Duele recordarlo, pero antes de este 1-4, el Madrid y la Juventus ya habían avisado con tres goles cada uno en el propio estadio azulgrana. Dos avisos dolorosos que obligaban a reflexionar y a tomar decisiones para que no se repitiera una tercera humillación que arruinara ya definitivamente la temporada al Barça. Y es que peor que el resultado, que ya es decir, fue la imagen que dio el equipo de Koeman. Impotencia total, siempre a remolque de la mejor disposición táctica de Pochettino, del mejor estado de forma de los jugadores franceses y de la calidad individual de un futbolista que está llamado a liderar la etapa post-Messi en el fútbol mundial, me refiero, naturalmente a Mbappé, que con tres goles y un baile continuo por todo el frente atacante francés, anuló el efecto Piqué con el que Koeman quiso remediar el punto débil del equipo, su fragilidad defensiva

LAS DECEPCIONES DE SIEMPRE

Para hacernos una idea de la dimensión de la tragedia, basta con decir que Ter Stegen paró no menos de cuatro remates de gol clarísimos, que el Barça creó muy pocas oportunidades, que Verratti, él solito, pudo con todo el centro del campo azulgrana... No hace falta seguir.

El Barça da para muy poquito como advirtió Koeman hace una semanas, cuando manifestó que el equipo no está para ganar muchas cosas. Lamentablemente, ayer fue un equipo mediocre, táctica y físicamente hablando, y si las individualidades no aparecen, es imposible ganar.

Ayer, con Ter Stegen no bastó. Y de nuevo se puso de manifiesto la mala planificación de la plantilla y el pobre rendimiento de fichajes supermillonarios, el origen de todo el problema deportivo y, muy posiblemente, también del económico. ¿Dembélé?, gran decepción. ¿Griezmann?, flojo, muy flojo. Arriba falta talento y carácter para acompañar a Messi y marcar diferencias. No nos engañemos. Así no se va a ninguna parte. 

La clave: el Barça es un equipo roto y le falta talento arriba para acompañar a Messi