El Barça del futuro; un bloque compacto

 Gran presentacion del Barça post-Messi en el Camp Nou: en un solo partido vimos lo que debe ser el Barça del futuro, un equipo sólido donde las individualidades están al servicio del equipo. El Barça supo atacar y defender en un bloque muy compacto, siempre juntos, donde los once participan de la defensa y del ataque. En el arranque de LaLiga, El Barça demostró mucho esfuerzo y compromiso: especialmente notable por parte de los delanteros, que se emplearon a fondo en tareas defensivas, algo que antes no sucedía.

También pudimos ver a un Gerard Piqué espléndido, goleador en los primeros minutos del partido y además, capaz de liderar la línea defensiva adelantada y muy importante a la hora de mantener al equipo unido, con muy poca distancia entre líneas, algo que complicó mucho la vida a la Real Sociedad. 

UN ARRANQUE PROMETEDOR

Los 25 primeros minutos del Barça fueron realmente buenos: no hubo lugar a la especulación. Los jugadores buscaron el área rival en todo momento, generando ocasiones y ahogando las intenciones de la Real Sociedad de sacar el balón. Destacó el talento de Memphis -gustó a la afición y se gustó- y la figura de Martin Braithwaite en ataque, con dos goles y una asistencia en el tramo final del partido. La presión del Barça fue muy solvente, sobre todo en la primera parte.

En la segunda, a pesar de encajar dos goles, en un arreón muy meritorio de la Real Sociedad, el equipo supo sufrir y en términos generales, Neto apenas tuvo que intervenir. El equipo transmitió buenas sensaciones en un partido que no era fácil de gestionar por el adiós de Messi y el regreso del público.